Minerva plantea «absoluta normalidad» en sus actos y es «optimista» con los braceros

La Real Cofradía de Minerva y Vera Cruz ya se prepara para una Semana Santa 2022 «de absoluta normalidad» y en la que no prevén modificaciones con respecto a 2019, al menos en el plano sanitario.

La única novedad que encontrarán los papones de acera en su desfile de Miércoles Santo, la Procesión de la Virgen de la Amargura, llegará con las vidrieras luminosas del Santo Cristo del Desenclavo que no pudieron sacar en 2020, tal y como estaba previsto.

Dicha cita tendrá que esquivar las obras de La Rúa, por lo que entrarán por la rampa de San Marcelo y seguirán por Legio VII, Independencia, hasta General Lafuente y regresar por la Rúa a la Plaza del Grano.

A su abad, Julio Arredondo, no le preocupa que este año el peso de la Oficial del Santo Entierro recaiga sobre Angustias, es más, lo ve como «una preocupación menos» ya que les dará «un año más de margen para que la cosa se ponga normal».

De este año se espera que tanto la Amargura, como la Pasión, en la que comparten cartel con las otras dos centenarias, transcurran con normalidad, sin problemas ni incidentes y que se recupere la normalidad perdida en los dos años anteriores.

Para ello será clave que no fallen los casi 2.000 hermanos que llevan en el pecho el escudo de Minerva. Las encuestas internas que están haciendo y el contacto directo con los hermanos de cada paso están dando «unos resulados optimistas», aunque a medida que se acerque la Semana Santa reforzarán estas conversaciones. «A día de hoy, los resultados nos dicen que la abstención es la normal de otros años», afirma el abad.

En la cofradía se palpa «un entusiasmo que no me lo creo» de confianza en que «esta vez sí, que nos toca», y salvo «algún prudente» la mayoría tienen ganas de volver a la calle. «Solo espero que el Viernes de Dolores sea una realidad; y, si eso se produce, nos permitirá afrontar con confianza el resto de los diez días».