Las 'marías' miran al cielo para volver a la calle cinco años después de su última procesión

Y lo harán, además, con novedades en su procesión de María al Pie de la Cruz, Camino de la Esperanza, de Jueves Santo. Ya tienen en la capital su nuevo paso, 'Virgen del Camino, Esperanza Nuestra', que se acomodará al trono de la anterior titular mientras esperan a concluir el proyecto.

El primer paso, el que depende de ellas, será contar con el material humano necesario. La junta de seises se está poniendo en contacto con las braceras y, hasta el momento, se están encontrando «de todo».

No tienen completados los hombros necesarios para llevar a la calle los cuatro pasos, aunque esperan conseguirlo estos días, pero no les temblará el pulso para dejar algún paso en la carpa. «Si no hay suficientes hermanas, alguno se tendrá que quedar en casa. Tienen que ir enteros y con suplentes porque el recorrido es extenso y no podemos llegar mal. Un paso de 102 braceras no tira con 80», reconoce la abadesa Mercedes Gago.

También tendrán que modificar una parte de su recorrido por las obras en la Rúa, por lo que descartan pasar por esta calle y continuarán desde Santo Domingo por Independencia, hacia la recogida.

Las tomas de contacto se están encontrando con hermanas «con muchas ganas y gente reacia y con miedo, especialmente los mayores». A ello suman el componente femenino, con la «buena noticia» de que siempre tienen alguna embarazada. «Hay que apelar a la responsabilidad de cada uno», insisten.

María del Dulce Nombre tiene por delante el reto de volver a procesionar un lustro después y esa es su principal premisa. «Esperemos que no haya ningún problema y que todo vaya bien. La cofradía tiene que tirar hacia adelante tras muchos años de problemática».

Y en la mente de su abadesa se encuentra la recogida de la procesión, que todo haya transcurrido sin problema y «cuando digamos 'capillos arriba', todo el mundo esté satisfecho».