La Madre abre la Semana Santa

Solo este tañer de las campanas del Mercado embriagan de esta forma de alegría a León. Volvieron a sonar como siempre, o como nunca, para volver a encender el corazón cofrade de la urbe regia. El obispo tuvo la distinción de llamar a puja. «Al brazo y de frente», pronunció el secretario. Y los mozos obedecieron.

Ya es Semana Santa en León. Así lo ha anunciado a todo su pueblo la Antigua del Camino.

La calle Herreros congregó a toda la gente que cabía en la estrecha vía del Mercado. De Puerta Moneda a Concepciones todos esperaban lo mismo. Y el himno de España lo anunció.

Tras formarse la cabecera, el silencio se hizo eterno por un instante. Móviles al aire y los mozos de los varales delanteros estaban ya fuera. Eran las ocho y diez minutos cuando los primeros sones mecieron a la Señora del Mercado que lució como una madre campesina para mostrar a León que no hay dolor como su dolor.

Rostro afligido, hijo muerto en sus brazos y sus mejores galas. La cruz la perseguía en su amargura, pero la Morenica volvió a tener cobijo y esperanza para los miles de leoneses que se asomaron al paso de la virgen que más pasión despierta en la capital del viejo reino.

Con la Agrupación Musical de Angustias y Soledad marcando el paso, la procesión avanzó por Escurial hasta una abarrotada plaza del Grano. También acudió la Banda de Música del Dulce Nombre de Jesús Nazareno.

Los representantes de las cofradías con sede canónica en la parroquia del Mercado acompañaron a autoridades y miembros de la Junta Mayor de la Semana Santa en este corte de cinta simbólico de la pasión 2023.

Sus primeros pasos fueron firmes, serenos, sobre sus mozos más veteranos. No tardó en despertar la emoción contenida por muchos y abrazó a su pueblo para recibir a cambio alguna plegaria. Tras ella, decenas de personas velaron a la madre en su lento caminar por León.

La plaza del Grano fue su primer gran baño de masas. Allí, cumplió con la tradición y entró a visitar a las Madres Benedictinas, que le sonrieron con una Salve mientras era mecida por sus chicos.

Luego llegó la Mayor, la de Regla y la de Santo Domingo. Otra Salve y vuelta a casa. La Procesión de la Dolorosa estremeció corazones y encendió pasiones, y una lo hizo por encima de todas: la que solo enciende en León su Semana Santa. Que sea enhorabuena.

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