Pendientes del cielo horas antes de la salida de las tres tallas marianas de Santa Nonia los cofrades de Angustias y Soledad se temían lo peor este Martes Santo. Pero poco antes de la hora establecida el sol se hizo con el cielo de la ... capital leonesa para poder disfrutar en primera persona de uno de los momentos más sobrecogedores de la Semana Santa en el que se muestra el dolor de una madre ante la muerte de su hijo.
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Luto por la muerte, desconsuelo por la pérdida del hijo amado y gran devoción de los presentes ante la salida de la Virgen de las Lágrimas. Centenares de leoneses se dieron cita a las puertas de Santa Nonia para disfrutar de la Procesión del Dolor de Nuestra Madre en este Martes Santo.
Abría el cortejo una angustiada Virgen de las Lágrimas, conocida en sus orígenes como la Dolorosa, y la que permitió en 1992 equiparar los derechos de las mujeres de la cofradía que pujaron este paso y hoy lo siguen haciendo.
Otros actos de Martes Santo
Acompañada por la Agrupación Musical del Nazareno comenzaba el recorrido, modificado este año por algunas de las obras que ocupan la capital, de este modo salieron en dirección a Arquitecto Torbado, Plaza de las Cortes Leonesas, Fuero, Burgo Nuevo, Independencia, General Lafuente, Rúa, Plaza de las Concepcionistas, San Francisco, Jardín de San Francisco e Iglesia de Santa Nonia.
Tras ellos, la imagen doliente de la Virgen de las Angustias, una de las titulares, que estuvo acompañada en este caso por la Banda de Cornetas y Tambores de la propia cofradía. Decenas de papones de todas las edades recuperaron el dolor del Martes Santo para acompañar a las tres tallas por las calles de una soleada capital en el inicio del recorrido.
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Finalmente, y con gran expectación, salía de la parroquia de Santa Nonia Nuestra Señora de la Soledad, en su trono y tras decenas de velas el rostro de la virgen cautivó un año más a los presentes. No hubo aplausos, pero si mucha fuerza en silencio a los braceros que portaban la talla.
Los acordes de la Agrupación Musical de la Cofradía de Nuestra Señora de Angustias y Soledad cerraban la procesión con fuerza y dolor en sus marchas.
El día y sol dejaron paso a la noche y la luna que crearon un clima propicio para despedir las tres tallas en su llegada de nuevo a Santa Nonia en un Martes Santo de Dolor y Pasión.
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