La Diócesis asumirá las pérdidas del deficitario Museo de la Semana Santa

Casi cuatro años después, y tras diferentes exposiciones temporales y eventos públicos y privados, esta zona del Seminario Mayor de León continúa a la espera de ejecutar un proyecto museístico que requiere del beneplácito de las cofradías y asumir el déficit económico que supondrá.

A ello se suma el «problema» de la temperatura y el coste que supone activar la climatización. Por ello se comprobará en verano si los vanos levantados en el cerco de chapa que hacía de aislante entre la bóveda acristalada y los muros cumplen con su función. «Se han hecho esas ventanas y a ver si se consigue aliviar la temperatura».

La Fundación del Museo Diocesano y de la Semana Santa, dirigida ahora por el vicario general Luís García, mantuvo el pasado mes de enero la última reunión de su patronato para abordar de qué forma se cumple con el anhelo de lograr una muestra permanente de la pasión.

La Junta Mayor de Cofradías y Hermandandes ha asumido el roll de hablar y convencer a las penitenciales para que depositen su patrimonio en el recinto aporticado. El reto no es sencillo y las prisas apremian ya que el objetivo es que «en cuanto termine la Semana Santa» las cofradías aprovechen el movimiento de tronos para dirigirlos al museo.

De cara a esta cuaresma ya existen numerosos eventos reservados por las cofradías, así como exposiciones temporales y conciertos. Incluso se ha planteado montar un centro de acogida de visitantes para mostrar la Semana Santa leonesa, que podrá ser parte del próximo Encuentro Nacional de Jóvenes Cofrades 2024 con sede en León.

En paralelo se está avanzando en la parte diocesana. El patronato preveía su apertura al público para Semana Santa, aunque van «algo justos» y ponen como fecha para poder disfrutar de ella «la primavera».

Luis García se ha mostrado claro y contundente al hablar de las cifras de un museo que ha tenido un coste de ocho millones de euros de los que «alrededor de tres millones» han sido sufragados por las administraciones públicas.

La Diócesis asumirá «todo el déficit» que genera el museo, independientemente de que la gestión sea a cargo de la fundación.

La musealización de la parte diocesana ya ha sido asumida por la propia Diócesis de León en cuanto a la limpieza y restauración de piezas. Ese ha sido el primer escollo a superar en un contexto económico donde los eventos no cubren «ni los gastos» que supone la utilización del museo. A ello se suma el pago de los préstamos que hay en marcha. Ahora, la entidad religiosa tendrá que asumir también la parte vinculada a la Semana Santa.

El Museo Diocesano y de la Semana Santa tiene unos gastos que ya son fijos como la iluminación, limpieza y calefacción y el contrato de la persona que vigila el edificio. A ello se suma la amortización de préstamos. «Todo ello lo está asumiendo la Diócesis y ni con mucho lo cubrimos». Y es que, en la lado de los ingresos, apenas queda el remanente que dejan algunos eventos de cofradías y el alquiler del espacio por empresas, ya que la administración no paga por su uso. «No tenemos un plan de explotación comercial», sentencia el también abad de San Isidoro.