Contratos por piezas y temperatura regulada para un museo que ya se llena

«Va mejor que nunca». Las cofradías ya no esconden su sonrisa al ver que el museo por el que el León paponil llevaba años suspirando será «por fin» una realidad, más allá de una apertura simbólica que no acabó de dar con la tecla para que el edificio tuviera el uso para el que fue concebido.

Así lo han podido constatar la mayor parte de las penitenciales, algunas incluso han acudido al propio seminario para comprobar 'in situ' que las dudas se han despejado y atisban el mes de noviembre como fecha de apertura definitiva.

En el centro de las felicitaciones sitúan a Luis García Gutiérrez, abad de San Isidoro y que se puso al frente del patronato del Museo Diocesano y de la Semana Santa hace algunos meses. El sacerdote se rodeó de gente «seria» como César García Álvarez y Alejandro Grande que han dado el impulso necesario al aspecto de la musealización.

Se ha subsanado el problema de la temperatura. La cúpula de cristal hacía un efecto invernadero sobre el patio central, joya de la corona del edificio. Al abrirse unas toberas en la parte alta, la climatización ha mejorado «y se puede estar» en el interior de un espacio donde se rondaban los 40 grados en los días de más calor.

Una de las cofradías que ha podido confirmar estas buenas sensaciones es la de Angustias y Soledad. La decana ya ha ido llevando piezas y ha visto cómo uno de los problemas que habían observado, la falta de infraestructura de peanas para exponer las tallas, ya se ha solucionado. «Están trabajando, la parte diocesana está prácticamente hecha y están rematando la parte de las imágenes», explica Hugo Medina, viceabad de la centenaria. Ellos acudirán con tres imágenes: Consolación de María, Cristo Yacente y Camino del Sepulcro, además de otros enseres.

Otro de los aspectos que se han abordado con éxito es la cuestión legal de la cesión y custodia de la imaginería y el resto de objetos. Angustias, por ejemplo, firmará un contrato por pieza en el que se recoge la responsabilidad patrimonial de cada objeto. «Las vamos a dejar con unas garantías».

En el caso de la Cofradía del Santísimo Sepulcro-Esperanza de la Vida, José Antonio Fresno avanzaba que han ofrecido todo su patrimonio, salvo el Santísimo Cristo Esperanza de la Vida que se encuentra expuesto al culto en las Concepcionistas. Ellos llevarán al seminario el Hombre Nuevo con sus símbolos de la vigilia pascual, a Nuestra Señora de la Luz y el hábito completo. Ellos han realizado un contrato por el conjunto de las piezas al que pueden incluir anexos que permita la retirada del patrimonio en caso de requerirlo. «Manifestamos nuestro pleno apoyo al proyecto y a la labor que se está desarrollando».

La Cofradía del Santo Cristo del Desenclavo aportará una imagen y varios enseres, como confirmaba su hermano mayor Javier Argüello. Desde Santa Marina también hicieron una visita estos días para comprobar que todo es ya «una realidad» en la que esperan tener todo atado en el mes de octubre. «Ya hay imágenes y enseres y es algo tangible que esto va para adelante». Ellos participarán con una imagen que no tenían al culto y que ahora ocupará «un sitio digno, visible y contribuiremos a enriquecer el museo». Además llevarán dos faroles y una túnica que recoge un único contrato.

En Nuestro Señor Jesús de la Redención están «encantados» de que un edificio «que se hizo para eso» por fin vea la luz. «Las cosas, aunque lleguen tarde, es importante que lleguen», sentenciaba el abad Mario Valladares. Al patronato le han expuesto «todas las facilidades, en la medida de nuestras posibilidades» y también han registrado un contrato por pieza. «En eso han actuado muy bien en el museo porque queda reflejado lo que nos han pedido y las condiciones». Ellos aportan las cruces de redención, el guión y, posteriormente, valorarán llevar la vestimenta de Nuestra Madre de la Divina Gracia.

Otra de las centenarias, la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, su abad Sergio González avanzaba que ellos están trabajando en la gestión de la firma de los contratos para un museo «que ya avanza con paso firme» y al que se ha ofrecido todo el patrimonio que no tienen expuesto al culto. La apertura del museo 'oficial' no afectará al proyecto que comparten con Angustias del museo de verano en Santa Nonia, el cual se seguirá realizando «con éxito» como el de la última edición que recibió visitantes de toda España.

La Cofradía de María del Dulce Nombre, con su abadesa Patricia Merino, agradecía al nuevo patronato el impulso definitivo al Museo Diocesano y de la Semana Santa y ellas también firmarán varios contratos para dotar de «seguridad» a las tallas que se expongan con las condiciones de cada cesión.

En el Santo Cristo de la Bienaventuranza están «trabajando aún» con la fundación sobre qué piezas llevar y las características de la ubicación y el contrato.

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