Las Carbajalas: «En nuestro monasterio tienen una casa donde siempre serán queridos»

Con más de cuatro siglos de trayectoria, sin las carbajalas es imposible entender la educación, la asistencia al peregrino o la acogida a la Virgen del Mercado en la ciudad, a la que regresaron en 1600 tras su estancia en Carbajal de la Legua.

«Cuando le dijimos a la abadesa que habían sido distinguidas con este galardón y con la sencillez que las caracteriza nos expresó su agradecimiento y sobre todo su sorpresa», recordaba Vega, que valoraba la implicación de las monjas con la comunidad.

El alcalde de León por su parte destacaba los importantes valores que transmiten, valores que, asegura, «nos enseñan una forma de vida calmada, empática y solidaria».

Tras un repaso a la historia, trayectoria e importancia de la congregación por parte del cronista de León, Máximo Cayón, Sor Ernestina recibía de manos de Javier Vega el reconocimiento con el que estrechan lazos entre la parroquia y la comunidad.

Emocionada, la abadesa cerraba su discurso con un sentido mensaje: «La mejor y única manera para una monja benedictina de expresar su gratitud es mediante la oración y ofreciendo hospitalidad. En nuestro monasterio tienen todos ustedes una casa donde siempre serán acogidos y queridos».

El obispo de León, Luis Ángel de las Heras, cerraba el acto con destacando que «viven en comunidad y son testimonio de ello al enseñar a tener un solo corazón» y su «hospitalidad y carisma» que enseñan a «tener los brazos abiertos a todos los peregrinos del mundo».

Las Madres Benedictinas engrosan ya la lista de figuras que han sido y son personajes singulares de la Semana Santa leonesa.