En privado, con unos pocos mozos que participaron en un proceso que se había convertido en mediático.
Publicidad
Durante la tarde del jueves, víspera de Viernes de Dolores, el trono llegaba a la iglesia del Mercado y empezaban los preparativos de la primera procesión de la Semana Santa leonesa.
Noticia relacionada
Posteriormente, unos pocos mozos se quedaron para el ceremonial, que dirigió el párroco Manuel Fláker, y descendieron a la 'Morenica' de su camarín, con esos siete escalones diseñados para la ocasión, para colocarla en su lugar de salida.
Recibió su ajuar, su corona y su nueva medalla, todo ello a puerta cerrada y sin el bullicio de otros años. No faltó el apunte litúrgico que hasta ahora envolvía un acto al que se dirigía más de un centenar de leoneses atraídos por la devoción y la curiosidad, y que este año recuperó su esencia más íntima.
Cuando las puertas del templo se abrieron para acoger la penúltima celebración de la 'Novena a la Virgen de los Dolores', la Antigua del Mercado ya aparecía preparada para procesionar, a falta del adorno floral que se recostará sobre su trono este mismo Viernes de Dolores.
La celebración religiosa transcurrió con normalidad, con un crucificado presidiendo el camarín de la madre campesina, y a su conclusión los feligreses se retiraron, dejando descansar a la Señora de León que, tras un esperado repique de campanas, anunciará a la ciudad que ya es hora.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.