Manuel Flaker participa en el plan de formación confrade del Santo Cristo de la Bienaventuranza

En su exposición, el consiliario partía de la base de que «los retos cofrades son, en parte, los retos de toda la Iglesia», aunque haya además algunos específicos; retos que son «oportunidades para madurar». Y, a su vez, dejaba claro –haciendo suyas unas palabras del entonces cardenal Joseph Ratzinger– que «no se puede ser cristiano a solas», sino que los cristianos deben situarse en comunidades en camino; y se preguntaba si, tal vez, podrían ser las cofradías esas comunidades en camino.

Entre los retos de toda la Iglesia, Manuel Flaker abordó, entre otros aspectos, hacer creíble el evangelio en esta generación, la antropología cristiana, la familia y el matrimonio, la vida consagrada o los aportes al bien común.

Y ya entre los reto específicos de los cofrades, apuntó asumir –sin 'demonizar'– la situación actual del mundo, no perder la calle, conocer la Iglesia e integrarse plenamente en la vida parroquial y diocesana, la apuesta por una iniciación cristiana que nos forme en la fe, crear cofradías que sean comunidades de vida y de fe, ir a lo esencial de cada cofradía para custodiar lo más genuino de la piedad popular, no perder la identidad, la ransmisión de los valores cofrades a los hijos y no dejar que las procesiones se queden en un mero espectáculo cultural.

Finalizó Flaker su intervención con las palabras que el papa Francisco dirigió a los cofrades reunidos en Murcia en 2017 con motivo del III Congreso Internacional de Cofradías y Hermandades: «Sean cirineos compasivos que ayuden a llevar la cruz a Todos aquellos hermanos nuestros que cargan con el peso injusto de la pobreza, el descarte y la indiferencia».