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Nacho Tejera junto a la talla del Cristo de la Agonía. Ana G. Barriada
Ignacio Tejera – Nuevo abad del Dulce Nombre de Jesús Nazareno

El abad que acompaña a la Agonía: «El Dulce Nombre es la máxima expresión del leonesismo»

El nuevo responsable de la cofradía asume el cargo en un año donde trabajarán en una alternativa para El Encuentro por las obras de la Plaza Mayor y en dotar a los papones de una Casa de Hermandad

Viernes, 13 de septiembre 2024

Una vida dedicada al Dulce Nombre. Su padrino, José María Zorita, le inscribió en la carta de pago el mismo día de su nacimiento y prácticamente desde sus primeras procesiones se postró ante las plantas del Santísimo Cristo de la Agonía, al que nunca ha fallado.

Este domingo, Ignacio Tejera da su último paso y se ubicará en el escalón más alto a los pies de Jesús Nazareno. Tomará la vara de mando de una cofradía que avanza por su cuarto siglo y sigue «viva» con un significado de tradición, religión y cultura. «Yo creo que la Semana Santa y la Cofradía del Dulce Nombre son las máximas expresiones del leonesismo. Los de Jesús nos sentimos muy leoneses y todos los leoneses se sienten de Jesús», por la satisfacción que supone disfrutar de ella en la mañana de Viernes Santo.

Tejera está listo para recibir el testigo de Sergio González tras casi una década en la junta de gobierno que le ha servido para aprender y para la cofradía desde otra perspectiva. Como papón de fila, el empresario era de ir a la Saca, a la cena de papones, noche de Ronda en Jueves Santo, madrugón y puja en Santa Nonia. Cuando recogió la «responsabilidad» que le ofreció Manuel Modino y se convirtió en seise adjunto descubrió «lo que hay detrás» para que cuando se llega a Santa Nonia a las 7 de la mañana el paso esté en la calle, limpio, decorado y en su sitio. «Eso lo hacen un montón de hermanos que, desinteresadamente, son la base y el espíritu de la cofradía».

«No es que no haya cambiado de cofradía, es que no he cambiado de paso. Será tradición o cabezonería»

Ignacio Tejera

Nuevo abad de Jesús

Reforzar la bolsa social y dar a luz la nueva Casa de Hermandad, en la cochera de Santa Nonia, serán dos de sus retos. También apostará por implicarse con la sección musical y reforzar su programación para que sea de todo el año para ponerlos en valor. «Ellos ensayan todo el año; si nos pidieran la mitad a los braceros, la procesión no salía», analiza.

En el horizonte se vislumbra una piedra en el camino para su año en la abadía. La celebración de El Encuentro en la Plaza Mayor está a expensas de la obra de rehabilitación que se acometerá estos meses. Confía en que la cofradía tendrá capacidad de reacción si eso ocurre por lo que acude sin miedo. Tiene como referente el final del siglo pasado, cuando la plaza sufrió su última obra y el acto se llevó a la plaza de Regla. «Una vez empezada la obra, la junta estudiará la opción para tenerla prevista y no improvisar a última hora».

Siempre hace reverencia ante el altar de Santa Nonia para dirigirse al Nazareno y tiene una estrecha relación con la Madre Dolorosa. Sin embargo, si tiene que elegir, Nacho, el fiel papón de Jesús, le tiran los colores de su camiseta y se queda con la Agonía. No es que nunca se haya cambiado de cofradía, es que nunca se ha cambiado de este paso «especial» que rompió moldes cuando Miguel Martín Granizo hizo el encargo a Laureano Villanueva. «Hubo tendencia a retirar la imagen, pero hoy ningún bracero, ni ningún hermano de Jesús o leonés, se lo plantearía. Es una imagen consagrada de la Semana Santa de León».

«En la junta de seise te das cuenta de lo que hay detrás. Llegas a Santa Nonia a las 7 de la mañana y el paso está limpio, decorado y en su sitio; y eso es por un montón de hermanos que lo hacen»

Ignacio Tejera

Nuevo abad de Jesús

Es consciente de que su paso por la dirección del Dulce Nombre será algo temporal, al igual que lo es el paso de cada uno de los más de 4.500 papones que dan contenido a la cofradía. Tiene muchos amigos que ya no están, a los que conoció de joven, pero lo importante es que los pasos vayan renovando a sus braceros y que la Semana Santa y la cofradía siga.

Este año no podrá pasar lista de su paso, pero desde la trasera de la Procesión de los Pasos podrá disfrutar del último esfuerzo de los capillos negros surcando la calle de La Rúa. Las trampas que presenta esta vía, más antes con los cables y faroles que ahora, supone el momento de «más unidad» para los braceros.

Su toma de posesión estará cargada de emoción y en la procesión el momento más bonito lo vivirá con una familia que sigue la estela de la Agonía. Sus yernos son braceros del Santísimo Cristo sin policromía -salvo por la sangre- y sus nietos ya visten la túnica y dentro de poco pasarán a la lista, o al menos esa es su intención. Recordará a Ángel y Pepe Panero, a Alberto y Miguel Fernández Abella, a Miguel Martín Granizo o a Julio Saurina, todos ellos históricos antecesores del cargo que ostentará este domingo cuando el Nazareno bendiga que es la hora de Nacho Tejera.

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