"Ya no hay sensación de pánico porque las calles están vacías"

"La zona de Maelbeek sigue acordonada y no hay sensación de pánico porque las calles están vacías", relató Cruz, que explica que "a la gente de la zona, la mayoría funcionarios europeos, le han pedido que no se muevan de su edificio" por lo que ahora mismo en las calles "hay más presencia de medios y de policía que de ciudadanos".

Sí reconoce el consultor en políticas europeas que "esta mañana hubo tensión", pero que incluso en esos momentos inmediatamente después de los atentados había "menos tensión, ahora que ha pasado, que cuando se decretó la alerta hace unos meses, después de los atentados de París". "Los belgas son tranquilos, de estar en casa viviendo este tipo de cosas", ha apuntado a Ical.

Cruz vive con su mujer y sus hijos en el barrio europeo de Bruselas y su puesto de trabajo, al que ahora no puede acceder porque se encuentra dentro de la zona acordonada por la policía, está frente a la Comisión Europea y a apenas 300 metros de la estación de Maelbeek, en una gran avenida cuya salida se encamina, precisamente, hacia el aeropuerto de Zaventem. "Al principio pensábamos que la presencia de policías y ambulancias era por el atentado del aeropuerto y no porque hubiese habido una explosión en el metro, porque no la hemos escuchado", relata Cruz.

Sin embargo, a los pocos minutos el consultor político recibió "la llamada de un vecino porque no encontraba a un familiar", momento en el que salió para ayudarle a buscarlo e, instantes después, la policía comenzó a acordonar la zona, incluyendo el lugar de trabajo de Cruz, por lo que este tuvo que volver a casa. "El familiar de mi vecino está bien, pero durante los primeros minutos se cayeron las redes de comunicación y ha sido complicado ponerse en contacto por el móvil", explicó. Una situación que, como manifiesta Cruz, aún se mantiene con redes de comunicación que vienen y van".

No fue el caso de la guardería y el colegio europeo donde estudian sus hijos, puesto que "tienen un sistema de seguridad y alerta para este tipo de situaciones que funciona muy bien y a los pocos minutos llegó una primera comunicación de que todos los niños estaban bien", advirtiendo a los padres de que no fueran a buscarlos "porque preferían organizar ellos la salida para prevenir que no entrase nadie". Una situación que se dilata, aunque Cruz confía que poco tiempo, para "estar pronto todos juntos".

También confió Cruz en que pueda volver a Salamanca a visitar a su familia, como tenía previsto, el próximo jueves, una situación que afirma: "Me apetece más que nunca". En su caso, el desplazamiento que tiene previsto realizar es "desde el aeropuerto de Charleroi" por lo que espera que en las próximas 36 horas no surja ningún problema que se lo impida.

Sí reconoce que lo que más impacto le ha causado a lo largo de esta mañana fue ver por televisión las imágenes del aeropuerto de Zaventem por donde, por cuestiones de trabajo, transita mucho, cuatro veces en las dos últimas semanas". "Está destrozada y da la sensación de que ha sido un atentado salvaje solo por los daños materiales, no me quiero imaginar los personales. No es fácil que vuelva a la calma en las próximas horas", concluyó.