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Juanjo González
Martes, 22 de marzo 2016, 13:50
Javier Pereira, gallego de nacimiento pero afincado en Salamanca desde los 8 años, trabaja en la actualidad como enfermero en el hospital Saint Luc de Bruselas, muy cerca del aeropuerto de la capital belga castigado por los atentados.
Poco antes de que se produjeran las ... explosiones, este exjugador del BM Ciudad Salamanca cogía el metro a las 6:30 horas para ir a trabajar. Ahora ya en su casa tras una jornada agotadora de trabajo señala que "estoy asimilando un poco lo sucedido. Por suerte, ninguno de los míos es una de las víctimas del atentado", relata aliviado este joven de 25 años.
"En el hospital se activó enseguida el protocolo de catástrofes para hacer sitio a los heridos porque estamos muy cerca del aeropuerto". Una vez finalizada su jornada, Javier Pereira cuenta que "he tenido que volver andando porque todos los transportes públicos están anulados. Aquí ahora mismo hay una cierta calma tensa. La zona europea de la ciudad está más blindada de lo normal como es lógico pero el resto del tiempo estas calles han estado siempre con presencia de policías y militares desde los recientes atentados de París. Ya se quedaron de forma permanente".
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