El Polígono de La Robla, el renovado motor industrial de la zona

El Polígono industrial El Rabizo se ha convertido en una zona de especial interés para todas las empresas de la comarca. Con más de 636.679 metros cuadrados de superficie total, el lugar se ha convertido en un importante revitalizador para la economía de la localidad. A día de hoy, son ya más de 216.000 los metros cuadrados destinados al uso industrial, aunque todavía queda una amplia extensión preparada para la llegada de futuras empresas. 24.000 metros libres y disponibles para la llegada de nuevos inquilinos que acompañen a grandes nombres de la zona asentados en el polígono, como el caso de Embutidos de Ezequiel.

Uno de los principales puntos fuertes del polígono es su posición. Ubicado en medio de un cruce de caminos, la cercanía de carreteras como la N-630, L-4514 o la CL 626 hacen de la zona un lugar importante con puntos estratégicos de las provincias.

A mayores, la proximidad con la Vía de la Plata conecta el polígono con una de las rutas más importantes del país.

La funcional localización que siempre ha tenido ha motivado la llegada de cerca de 30 empresas a un polígono que espera seguir ampliando la lista de compañías que apuestan por La Robla. Embutidos Ezequiel es uno de los grandes nombres que ha desembarcado en el Rabizo, anunciando su llegada al municipio en 2017. Otras empresas, como Alycar o Crespauto, también llevan siendo parte del organigrama del polígono. Forja, carpintería metálica, ebanistería, neumáticos, distribución de gasóleo, mecánica del automóvil, suministros industriales y construcción conforman el grueso de sectores presentes en el polígono.

A la hora de analizar los servicios que ofrece, el polígono de La Robla aprueba con nota. Todas las empresas que llegan a la zona cuentan con una amplia lista de garantías, entre las que destaca el suministro eléctrico, red de saneamiento separativa (aguas sucias y pluviales), suministro de gas natural, alumbrado público y servicio de telefonía y telecomunicaciones con fibra óptica.

El precio suele ser una de las principales preocupaciones de los dueños de las empresas a la hora de comprar suelo en los polígonos. El Ayuntamiento de La Robla ha hecho un especial esfuerzo en garantizar unos precios competitivos y económicos para incentivar la llegada de nuevas compañías. Las empresas que recalen en el Rabizo tendrán diferentes presupuestos de instalación en función de los puestos de trabajo que vayan a generar. Por si fuera poco, las Ayudas de los Fondos Mineros y Ayudas Programa LEADER contribuyen aún más a la llegada de nuevas empresas. A estas subvenciones se suman las proporcionadas por el Instituto de Transición Justa (ITJ), que busca atraer nuevos rostros empresariales a la zona.

A pesar de contar con una amplia extensión, el objetivo del ayuntamiento es ampliar aún más el suelo industrial en sucesivas fases de ampliación. En la actualidad, casi 20.000 metros cuadrados se destinan a sistemas generales y zonas verdes, una cifra que buscará ser extendida en futuras fases de ampliación. Dentro de este proyecto, también se buscará añadir más metros cuadrados de aparcamiento a los cerca de 25.000 ya habilitados. Todo ello sin olvidar el suelo destinado a las futuras fábricas que lleguen a la zona.

En la lista de objetivos del ayuntamiento también figuran otros proyectos que buscarán ampliar la oferta del polígono. Uno de los más ambiciosos es el relacionado con el mundo de la biomasa, el hidrógeno verde y el metanol, que buscarán generar un efecto tractor en el polígono. Los próximos años marcarán el futuro de un polígono que ha logrado en pocos años convertirse en un importante revitalizador para una zona que ha visto en el sector industrial una alternativa segura al fin del sector minero.

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