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La tradicional procesión de los mineros que se celebra cada Viernes Santo en Caboalles de Abajo ha ofrecido un sentido y especial homenaje a los cinco mineros fallecidos en la mina de Cerredo. Debido a la lluvia, el acto se realizó dentro de la iglesia de la localidad.
Una pancarta en la que se podía leer 'Laciana nunca olvida a sus héroes' junto con los nombres de los cinco fallecidos daba paso a cinco niños que portaron, en homenaje a estos, una rosa negra cada uno.
Con un crespón negro añadido a sus indumentarias de trabajo, la comitiva fue entrando en la Iglesia acompañados por la música de la Banda de cornetas y tambores. Como ya es tradición, la Virgen y el Cristo fueron bailados y levantados sobre una mano en el interior del templo, momento que desató los aplausos y las lagrimas entre los presentes.
Para finalizar, y tras cantar un emotivo Santa Bárbara Bendita, la comitiva desfiló bajo la intensa lluvia del momento hasta el monumento en honor a los mineros para depositar allí la corona en homenaje a Ibán, Jorge, Rubén, Amadeo y David.
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