Este dulce leonés llega directo desde la maragatería. Chocolates Santocildes mantiene, en un legado de más de 100 años, un sabor a tradición leonesa.
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Sus productos naturales consiguen deshacerse en la boca de quién decide degustar cada uno de sus chocolates. Una gran variedad de dulces que no dejarán indiferentes a nadie.
Sus turrones, chocolates negros, especiales, a la taza, con leche o sin azúcar no dejan atrás una de sus joyas chocolateras: los adobes leoneses. Coincidiendo con la festividad de San Froilán, han querido realizar adobes muy especiales a tamaño real.
Los más golosos no deben olvidarse de pasar por el stand de Chocolates Santocildes, que un año más se encuentra en la feria de productos leoneses y ofrece a cada visitante una gran variedad de opciones con gustos para todos. «Hemos crecido con esta feria, Santocildes fue uno de los fundadores de esta feria, lo hacíamos en una carpa con mantas y éramos cuatro»
Una empresa que prima el cuidado de sus productos como siempre para conseguir sabores únicos en cada pieza tiene su secreto en los más de 100 años de trabajo. «La innovación y la tradición se han dado la mano», según Patricia de Chocolates Santocildes.
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Además destacar que esta quinta generación destaca por ser el primer relevo generacional de mujeres y pensando en el futuro ya que la sexta generación ya está presente.
Santocildes se ha convertido en el sabor del chocolate leonés para abuelos y nietos. Un centenar de años presumiendo de una de las insignias gastronómicas de la provincia.
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