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El arte de elegir bien tu peluquería: lo que nadie te dice

¿Cómo dar con ese salón donde no solo entienden tu cabello, sino que lo elevan a su mejor versión?

Leonoticias

León

Miércoles, 19 de febrero 2025, 08:20

La relación con una peluquería es casi tan personal como la que tenemos con nuestro perfume de cabecera o nuestro labial rojo favorito: cuando encontramos la adecuada, nos aferramos a ella como si fuera un secreto bien guardado. Pero, ¿cómo dar con ese salón donde no solo entienden tu cabello, sino que lo elevan a su mejor versión?

Si alguna vez has salido de una peluquería sintiéndote ajena a tu reflejo o has experimentado ese pánico silencioso mientras el estilista corta «solo las puntas» con demasiado entusiasmo, sabrás que elegir bien no es un detalle menor. Aquí van siete señales inesperadas de que has encontrado (o no) el lugar perfecto.

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    No debería hacer falta «arreglarlo en casa»

Si al llegar a casa necesitas recurrir a tu plancha, tus horquillas o una coleta salvadora, algo ha fallado. Un buen corte y peinado no necesitan un manual de instrucciones ni retoques desesperados. Deberías poder salir del salón directa a cualquier plan sin sentir la necesidad de recomponer el look.

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    El estilista pregunta y escucha antes de actuar

El talento no solo está en las manos, sino en la escucha. Si un estilista se apresura a decidir por ti sin comprender cómo vives tu cabello en el día a día, es posible que el resultado no encaje con tu rutina ni con tu estilo personal. Las mejores peluquerías hacen preguntas antes de hacer cambios.

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    Un buen salón te educa, no te regaña

«Tu cabello está muy castigado», «¿sigues usando ese champú?», «te lo planchas demasiado»… Hay una gran diferencia entre un estilista que te ayuda a mejorar la salud de tu cabello y uno que te hace sentir culpable por tus hábitos capilares. Un buen profesional guía, sugiere y propone soluciones sin hacer que te sientas juzgada.

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    El espejo no es un enemigo

Si pasas la cita evitando mirarte en el espejo o solo te atreves a evaluar el resultado al final, es una mala señal. Deberías sentirte segura durante todo el proceso, viendo cómo tu cabello toma forma con confianza. Si el estilista te gira de espaldas y al final hay una gran revelación, algo no va bien.

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    No se trata solo del cabello, sino de cómo te sientes

El pelo bonito no es solo cuestión de técnica, sino de energía. Cuando sales de una buena peluquería, no solo llevas un color impecable o un corte preciso; te sientes renovada. Si la experiencia te deja indiferente o, peor aún, con la sensación de que algo no encaja, quizás no sea el lugar para ti.

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    Un estilista con visión propia, pero sin ego

El equilibrio perfecto entre respetar tus deseos y aportar una perspectiva profesional es difícil de encontrar. Un buen estilista no solo sigue instrucciones, sino que sugiere lo que realmente te favorece, pero sin imponer su criterio. Debe haber un diálogo, no un monólogo.

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    La mejor peluquería es aquella a la que vuelves sin pensarlo

Quizá no tenga el local más lujoso ni el marketing más llamativo, pero cuando encuentras el lugar adecuado, lo sabes. Es ese salón al que regresas sin dudar, porque confías en el resultado y en la sensación con la que sales.

Coquette, dónde tu cabello encuentra su mejor versión

Elegir una peluquería no es solo una cuestión de técnica, sino de conexión. En Coquette, creen que un buen estilista no solo transforma el cabello, sino que comprende tu estilo y lo potencia con cada detalle.

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