Ponferrada se prepara para acoger este sábado a siete nuevos refugiados procedentes de Ucrania

Dejando tras de sí a su madre, su hermana y su sobrina pequeña de cinco años, Ianina Krupska tardó dos días en completar el «camino muy peligroso», desde su lugar de residencia, en una ciudad cercana a Kiev, hasta la frontera de Ucrania. Fue «un viaje muy duro» en el que las bombas, los incendios y los disparos la acompañaron, explica Iryna, que se encarga de acoger en su domicilio a su recién llegada compatriota.

Según cuenta Iryna, el principal problema tras el estallido de la guerra es el desplazamiento dentro de Ucrania. «No hay transporte, los trenes están colapsados y la gente pelea por los billetes», explica Iryna, que asegura que mucha de la gente atrapada en el país carece de los medios económicos para pagar los viajes en coches particulares que llevan a la gente a la frontera a cambio de dinero.

Por este motivo, los esfuerzos de los ucranianos en el exterior se centran ahora en «ayudar a la gente a llegar a los países cercanos, como Rumanía, Polonia o Moldavia». «Nos gustaría alquilar dos o tres autobuses para que las mujeres puedan llegar con sus hijos a la frontera», confiesa Iryna, que valora que «en Ponferrada hay muchísima gente que quiere colaborar y ayudar con lo que sea».

En contacto constante con amigos y familia en su país de origen, Iryna, junto a tres compatriotas, trata de dar salida al aluvión de llamadas y mensajes que les llegan ofreciendo ayuda. «Hay familias que ofrecen una habitación, ropa o productos de primera necesidad, otras ofrecen juguetes, pañales o ropa de bebé», explica.

Respecto a las siete personas que el sábado tienen previsto alcanzar la capital del Bierzo tras verse obligados a huir de su país debido al estallido del conflicto, Iryna explica que pudieron llegar en los últimos días a la ciudad polaca de Varsovia, desde donde partirá el avión con destino a Madrid. Tras su aterrizaje en la capital, previsto para las 15 horas, todos ellos se desplazarán en tren hasta León, aprovechando la gratuidad de los trayectos ferroviarios para los refugiados.

Para la parte final del periplo desde León a Ponferrada, que tendrá que completarse en coches particulares, los miembros de la comunidad ucraniana en la comarca cuentan ya con la colaboración de un grupo de voluntarios dispuestos a ejercer de conductores. A su llegada a la ciudad, está previsto que se distribuyan entre las diferentes viviendas que se han ofrecido al colectivo para acogerlos.

Por su parte, el Ayuntamiento elaborará un inventario de las alternativas de alojamiento para estas personas, tanto en inmuebles de propiedad municipal como en otros edificios como el albergue de peregrinos, propiedad de la Iglesia. Con el mismo objetivo, los responsables del Consistorio también mantienen contacto directo con las ONG y asociaciones solidarias del municipio.