Ponferrada localiza en un mapa interactivo 51 'Lugares de memoria' vinculados a la Guerra Civil y la dictadura

En ese sentido, la elaboración de este mapa supone el primer paso para localizar los restos de las personas represaliadas en el municipio y devolverlos a sus familiares, una «actuación prioritaria» que se desarrollará durante los años 2022 y 2023 y que contará con un presupuesto de más de 60.000 euros, avanzó Ramón. Una vez completadas las exhumaciones, se creará un banco de ADN y un lugar de respeto para los restos que no sean solicitados por ninguna familia.

Al respecto, el historiador y técnico en arqueología Alejandro Rodríguez, que dirige el proyecto, señaló que se han identificado un total de 51 puntos de interés dentro del municipio, de los cuales 13 serían lugares de enterramiento, en la carretera del campo de las Danzas, en Montearenas o en los cementerios de Fuentesnuevas, Dehesas y Toral de Merayo.

Además, el mapa incluye otros lugares de interés relacionados con la represión franquista, como el salón de plenos del Ayuntamiento o el salón de actos del instituto Gil y Carrasco, escenarios ambos de los consejos de guerra que condenaron a muerte a muchas de estas víctimas. De esta manera, el proyecto pretende utilizar estos lugares para explicar la historia de la ciudad y «conectar el pasado con el presente» mediante estos espacios vinculados a la memoria «oculta y silenciada»

Según explicó la concejala de Relaciones Institucionales, Mabel Fernández, la iniciativa es fruto de una subvención concedida por la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp), que tuvo a Ponferrada como uno de los 92 municipios beneficiarios. Las investigaciones preliminares cuentan con el apoyo de documentos consultados en archivos militares y parroquiales y en registros civiles, así como de testimonios orales.

Promovido por el Ayuntamiento, el proyecto cuenta con la colaboración de la asociación Sputnik Labrego y del Instituto de Estudios Bercianos (IEB), cuya presidenta, Patricia Pérez Bruzos, destacó que este mapa «con nombres de personas, no con nombres de sitios» supone un acto de justicia para «recuperar historias perdidas y personas desaparecidas».