Asturias reactiva el proyecto de vía rápida entre La Espina y Ponferrada

El consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial del Principado, Alejandro Calvo, ha asegurado en sesión plenaria que su departamento está en contacto continuo con su homólogo en Castilla y León para que este proyecto sea considerado a nivel nacional como un eje estratégico para reactivar y dinamizar la economía no solo de la comarca suroccidental asturiana, sino también la noroccidental de León, y no solo como una vía de comunicación autonómica.

El objetivo final está claro: que la infraestructura se incluya en el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) del Ejecutivo nacional y que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana asuma la financiación de la obra.

«Hasta ahora no hemos sido capaces de recabar suficiente apoyo para que se valore como una infraestructura de ámbito nacional», reconoció el consejero, quien subrayó que se trata de una infraestructura importante también para las regiones de Castilla y León y para la conexión del «gran área del noroeste» a nivel estatal.

El proyecto de prolongación de la A-66 hasta el límite con León ya está, de hecho, incluido en el Plan Director de Infraestructuras para la Movilidad de Asturias 2015-2030. Igual que lo está la prolongación de la A-63 desde La Espina hasta Canero, unos 30 kilómetros que enlazarían esta autovía con el eje cantábrico. Esta actuación, no obstante, está recogida ya en la planificación del ministerio, con un presupuesto de 192 millones.

El Principado quiere incluir las dos en el plan estratégico nacional y así lo recoge también el documento suscrito a principios de mes en la llamada Alianza por las Infraestructuras de Asturias.

En aquel documento ya se alcanzaba el compromiso de incorporar esta actuación a la planificación estatal «como paso previo a la redacción de proyectos para dar continuidad a la A-63, el eje del Suroccidente La Espina-Toreno, con características adecuadas al territorio por el que discurre en cada tramo, diferenciadas en el itinerario La Espina-Cangas del Narcea y desde esta localidad hasta la provincial de León, acomodándose aquí a la mayor fragilidad ambiental del entorno y a los diferentes niveles de tráfico».

La existencia de estas conversaciones «continuas» entre la administración asturiana y la castellano y leonesa, para tratar de «hacer valer esta infraestructura por su importancia en el conjunto nacional», las daba a conocer el consejero Alejandro Calvo en la Junta General en respuesta a una pregunta formulada por el diputado Álvaro Queipo. El parlamentario popular se interesó por la labor que el Principado está llevando a cabo para dar continuidad a la autovía de Oviedo-La Espina y conseguir el objetivo inicial de esta infraestructura, la vertebración del Suroccidente.

Queipo advirtió de las dificultades económicas para la construcción de esta infraestructura, y también ambientales, puesto que el proyecto inicial, dividido en tres tramos, solo superaba los requerimientos ambientales el primero de ellos, el que comunica La Espina con Cangas del Narcea. En todo caso, desde el PP se pidió celeridad al Gobierno del Principado para «no estar esperando ahora otros diez años más» por esta vía rápida y se cuestionó insistentemente al consejero sobre si, en el caso de que el Ministerio de Transportes no asumiera esta infraestructura, el Principado estaría dispuesto a hacerlo.

El consejero de Cohesión Territorial reconoció que sería «inasumible» que Asturias abordara en solitario la extensión de la vía hasta Cangas del Narcea, 41,7 kilómetros de doble calzada que supondrían una inversión de 390 millones de euros. Una obra a la que habría que añadir la mejora de los 42 kilómetros de carretera que unen Cangas al límite con León, presupuestos en otros 143 millones.