Episodio 2
Un cuerpo muy generoso
Fuera del radar.
JOSÉ ÁNGEL ESTEBAN: Todo comienza una mañana de verano en
Granada. Ocurre en una calle amplia, ruidosa, en pleno centro de la
ciudad. Entre el barullo mañanero de gente que llena la acera, un
peatón de unos 40 años cae, se desmaya. Luego se sabrá que es una
parada cardiaca. Aquel desmayo iba a poner en marcha un mecanismo
para salvar seis vidas. Seis personas que recibieron un regalo en
forma de trasplante.
En 2021 los sanitarios hicieron más de 4.700 trasplantes. Este
fue diferente, especial por muchas razones. De hecho, fue el más
complejo de todo el año...
Mar Molina: Para mí fue un reto. Fue un reto.
JAE: Mar Molina es médica de cuidados intensivos y Ramón Lara
es Coordinador sectorial de trasplantes en Granada.
Ramón Lara: Fue todo un procedimiento casi detectivesco.
JAE: Fue un trasplante múltiple que cruzó fronteras y que
necesitó la colaboración entre dos países. José Francisco Donaire
es agente de policía:
José Francisco Donaire: Es la mayor satisfacción que puede
tener tanto el grupo de cirujanos y de enfermería como yo, que me
tocó la parte de buscarlo también.
JAE: Llevó a los profesionales sanitarios al límite todavía en
plena pandemia, en medio de una crisis sanitaria y del cansancio
que suponía. Patricia Fuentes, enfermera, lo sabe.
Patricia Fuentes: Fue muy complicado. Este es de los que se
pelean hasta el final.
JAE: Es septiembre. Acaba el verano. Los niños vuelven al cole,
la ciudad recupera la rutina. Y en medio de ese vaivén, un chico
cae a plomo en una calle céntrica de Granada.
Sonido de fondo de las radios de policía y sirenas.
Centralita: Servicio de Emergencias 112, ¿dígame? No se
preocupe, mandamos una ambulancia, díganos la ubicación.
JAE: Ha sido un infarto. Ahí va a comenzar una cuenta atrás de
50 horas frenéticas. Una carrera de obstáculos en la que van a
estar implicadas 200 personas. Una de ellas es Patricia Fuentes.
PF: Soy enfermera. Trabajo desde hace 25 años como enfermera en
la UCI del Hospital San Cecilio y en la Coordinación de
Trasplantes. Soy coordinadora intrahospitalaria de trasplantes.
JAE: Patricia va a ser muy importante en esta historia. Su
trabajo consiste la mitad de los días en cuidar a pacientes
críticos y, la otra mitad, en coordinar trasplantes. Aquel día era
uno de estos... Ella es la persona que unirá a todos los eslabones
de la cadena, de principio a fin, durante una interminable guardia
en la que perderá la noción del tiempo. Pero, de momento, esta
mañana, como cualquier otra, Patricia se levanta para iniciar la
rutina de un día normal en el hospital.
PF: Te levantas, el uniforme, el desayuno, niña en el autobús.
Yo cojo mi coche y me voy a trabajar. A las 8 al despacho.
JAE: En los pasillos del hospital se nota el cansancio: ya
llevan unas cuantas olas de covid a sus espaldas. Patricia se cruza
con decenas de personas con mascarilla a lo largo del día.
MM: Hacemos una ronda a primera hora de la tarde para ver cómo
están los pacientes de la sala.
JAE: Mar, María del Mar Molina, es una de ellas. Trabaja como
médica de cuidados intensivos en el mismo hospital que Patricia, el
Virgen de las Nieves.
MM: Recibimos una llamada al busca, como tantas otras veces,
del 061.
JAE: Ella será la que atienda al hombre la mayor parte del
tiempo. Pero antes de que llegue a sus manos, en la ambulancia que
lo traslada, ya están tratando de reanimarlo.
Esta es una historia escrita e investigada por Laura Velasco
que narra Andrea Morán.
Andrea Morán: Llegué a esta historia a través de un tuit. Una
coordinadora de trasplantes daba las gracias a varios profesionales
por un duro proceso. Aquel caso me llamó la atención. Parecía
especial. Había que buscarles a todos, reconstruir el viaje. Desde
el principio, desde la ambulancia que recorre a toda velocidad los
dos kilómetros que separan esa calle en el centro de Granada del
Hospital.
MM: Ya cuando ingresó en la UCI, cuando yo lo recibo, tiene
datos de muy mal pronóstico…
AM: Por privacidad, no podemos revelar cómo se llama, ni qué
edad tiene, ni dónde se desmayó, pero sí podemos contar que, en
cuanto lo reciben, Mar y sus compañeros se dan cuenta de que el
paciente está muy grave.
MM: Inicialmente lo que se intenta es optimizar todo lo posible
y salvar su vida por todos los medios.
AM: Los sanitarios le hacen una exploración para detectar una
posible muerte encefálica. Y comprueban que los daños son
irreversibles. Hay que cambiar la estrategia... Si ya no es posible
salvarle la vida, hay que salvar sus órganos. Impedir que muera
conectándolo a las máquinas.
MM: No podemos estar indefinidamente manteniendo los órganos.
No hay que olvidar que realmente el paciente ya ha fallecido, lo
que estamos haciendo es un poco artificioso. Ayudamos a los órganos
a mantenerse.
AM: Entonces, María del Mar descuelga el teléfono y hace la
primera llamada que activa todo el mecanismo. El protocolo para
transplantes.
MM: Nosotros nos ponemos en contacto con el equipo de
coordinación de trasplantes para comentar el caso y ellos ya son
los que valoran si ese paciente es candidato o no a ser posible
donante.
AM: Al otro lado de la línea contesta Patricia, nuestra
enfermera.
PF: Lo primero que tenemos que hacer una vez que confirmamos la
muerte encefálica, es contárselo a su familia.
AM: Lo que hace falta es un permiso. El equipo de trasplantes
empieza el trabajo médico para comprobar si el joven puede ser un
donante, pero se encuentran con un primer obstáculo.
PF: En este caso concreto nos encontramos con el muro de que no
hay familia.
AM: Los nervios son evidentes porque el tiempo corre en su
contra...
PF: Disponemos de unas cuantas horas, pero esto no podemos
alargarlo porque los órganos acaban deteriorándose.
AM: Y es que si no hay familia, si no hay interlocutor, no hay
a quién pedir permiso. Desde el hospital entonces hacen una primera
búsqueda para localizar al entorno del fallecido. Hay que darse
prisa.
PF: Pudimos ver que este chico tenía redes sociales, pero
tampoco pudimos ponernos en contacto con nadie. No teníamos
fotografías. Entonces la policía seguía trabajando. Y vuelvo a
llamar a la policía para decirle «mira, esto es muy urgente».
AM: El hospital necesita la ayuda de la Policía Nacional. En
sus bases de datos descubren un dato importante: el joven es
portugués. Lo habitual es que los donantes sean españoles, y por
eso es más fácil dar con su entorno. Al ser extranjero, todo se
complica. En la historia aparece entonces el agente José Francisco
Donaire, que lleva más de 40 años trabajando como policía en
Granada. Su experiencia y su intuición van a ser determinantes para
seguir adelante y encajar las piezas del puzzle.
JFD: Nos llamó la coordinadora de Trasplantes del Centro de
Coordinación de aquí del Hospital Virgen de las Nieves. Este
hospital se pone en contacto con la sala del 091.
AM: El policía Donaire sabe lo que tiene que hacer…
JFD: Lo primero es hacer una relación de lo que podemos tener,
de la base de datos que nosotros tenemos y de los datos de esa
persona, y hacer una relación con lo que yo puedo obtener de ahí.
AM: El agente recopila toda la información posible. Su nombre,
dónde y cuándo nació, quiénes son sus padres… Cualquier dato puede
ser de ayuda.
JFD: A mí lo único que se me dice es que intentamos localizar
familiares para intentar proceder lo más inmediatamente posible a
la extracción del órgano. No me dicen tiempo, pero yo sé que el
tiempo apremia, son horas.
AM: El tiempo avanza, las dificultades aumentan y todo cada vez
es más difícil. Localizar a los familiares en Portugal es como
buscar una aguja en un pajar, pero la Policía no desiste.
JFD: Se establece una manera de ir buscando dentro de las bases
de datos que tenemos y de todos los hechos que se han podido
producir con esa persona. Entonces intentamos localizar teléfono,
personas allegadas y las tenía o no las tenía. Y entonces en ese
espacio de tiempo se localiza familiares.
Sonido teléfono que nadie coge.
AM: La Policía llama una y otra vez a estas personas, pero
nadie responde. En la base de datos consta que viven en Málaga, así
que el agente Donaire avisa a una patrulla de esta provincia.
JFD: Se manda un servicio de la sala del 091 para intentar
localizarlo personalmente en ese domicilio. No abren, no consta que
estuvieran allí. Entonces esa vía se cierra. Y cuando se ha cerrado
pues intento otra.
AM: A estas alturas el hospital ya necesita llamar a los
posibles receptores, pero aún no puede. Patricia, la enfermera,
sabe que mientras no haya un consentimiento, mientras la familia no
acepte, están atados de pies y manos.
PF: Nosotros estábamos empezando a iniciar un procedimiento con
la búsqueda de receptores para alertarlos, para ver cuál era lo más
adecuado.
AM: Lo que les faltaba iba a estar, a la vuelta de la esquina,
con un golpe de suerte. Una coincidencia. Ahí, el agente Donaire
fue clave.
PF: Me dijo «Mira, no te preocupes, porque se me ha ocurrido
que voy a llamar a un compañero de mi promoción que trabaja en un
pueblecito fronterizo, que ellos tienen mucha, mucha relación y muy
buena relación con un policía de país vecino. Y voy a intentar a
ver esto como sale. Vamos a intentarlo por aquí».
JFD: Llamó allí. Muy amablemente me atienden los compañeros.
Este compañero ya no estaba, pero los otros igual. Le explico el
problema que teníamos de intentar localizar a familiares de esta
persona.
AM: Está hablando del puesto fronterizo de Fuentes de Oñoro, en
la provincia de Salamanca. Donaire hace la petición formalmente
para que el proceso siga su curso.
JFD: Ellos te dicen mándame un correo con todo lo que
necesitas. Y eso que hice con todos los datos que tenía ya y los
que podían tener.
AM: El policía Raúl González se suma a esta cadena. Trabaja
desde hace seis años en ese puesto fronterizo.
Raúl González: Lo único que nos dijeron de primeras era
solamente la filiación.
AM: Con ese dato empiezan a investigar junto a sus compañeros
portugueses.
RG: Y Portugal, pues haciendo averiguaciones, consiguió
localizar un antiguo domicilio que tenía que casualmente pues
estaba estaba el padre en ese domicilio. Mandaron una patrulla al
lugar y allí localizaron al padre.
AM: A él, al padre del joven ingresado, lo encuentran en un
pueblo… Ahora sí cabe la posibilidad de que dé su permiso para
activar la donación de órganos… Donaire hizo una llamada al
hospital para que supieran que aún había esperanzas:
PF: Cuando descuelgo el teléfono rojo me dice «soy el agente
Donaire» y le escuché el tono de voz y pensé: «me va a decir algo
bueno».
AM: Es Patricia quien coge el teléfono.
PF: Entonces, yo creo que en ese momento, antes de que dijera
nada, respiramos todos, solamente por el tono de voz. Y me dijo
«Mira, hemos localizado a su padre».
AM: Bien. El padre está localizado. Ahora hay que darle dos
noticias. La primera, que su hijo ha muerto. Seguramente sea la
peor noticia de su vida. Y la segunda, que de su cuerpo depende que
otros puedan salvarse: necesitan que él autorice la donación.
PF: Porque además en esos momentos surgen muchísimas,
muchísimas dudas a una familia que está en una situación de crisis
total y absoluta, como no han tenido nunca.
AM: A Patricia le habría encantado mirarlo a los ojos y
decírselo con todo el cariño y tacto posible, pero estaba demasiado
lejos de él.
PF: Tuvimos que poner toda nuestra confianza en la policía, que
lo hizo fenomenal.
AM: Raúl González, el policía, reconoce que dar noticias de
este tipo a veces forma parte de su trabajo… Contarle a ese padre
lo que le había sucedido a su hijo no fue tarea fácil.
RG: Pero, bueno, con la delicadeza que se puede pues
comunicarle que su hijo ha fallecido y que puede ayudar a otra
gente.
AM: Ahora hay que empezar con la burocracia. La Policía de la
frontera y su buena relación con los colegas portugueses serán
determinantes para agilizar todo el papeleo.
PF: Me consta que en la comisaría le tradujeron el
consentimiento, le explicaron todo lo que se iba a hacer. El señor
firmó. Y una vez nos enviaron el consentimiento podíamos
desbloquear absolutamente todo. Ya podíamos ponerlo en marcha.
JAE: Han pasado 12 horas desde que Patricia recibió aquella
primera llamada desde la UCI. Parece el final de una etapa pero
todavía queda mucha carrera por delante. Muchos otros obstáculos
inesperados. Y unas cuantas llamadas de teléfono que pueden cambiar
varias vidas. Ahora seguimos.
JAE: Un hombre en Granada se desploma tras sufrir un infarto.
Ya no se puede hacer nada por su vida, pero varias personas podrían
recibir sus órganos. Para eso hace falta encontrar a su familia,
que no aparece. Se hacen llamadas, se les intenta localizar en
Málaga, pero no hay suerte. La búsqueda termina al otro lado de la
frontera, en Portugal. Al final, con el consentimiento del padre,
puede haber trasplantes, pero todavía queda mucho por hacer. Lo
primero es elegir a los receptores. Continúa la historia Andrea
Morán.
Sonidos teléfonos, llamadas.
AM: Son las seis de la mañana y los teléfonos empiezan a sonar
en los domicilios de aquellos que están en la lista de espera para
ser trasplantados: hay un órgano para ellos.
Flor Nogueras: La respuesta es de nerviosismo al principio y
luego de ilusión porque están esperando durante un tiempo esta
llamada y se ponen muy nerviosos pero con mucha ilusión.
AM: La hepatóloga Flor Nogueras está en el Hospital Virgen de
las Nieves. Tiene que dejar todo lo que está haciendo para
dedicarse al trasplante en cuerpo y alma. Ella es la encargada de
avisar a algunos de los posibles receptores.
FN: Lo que le decimos es que tienen que venir en ese momento,
dirigirse al hospital cuando nosotros lo llamamos.
AM: Carmen de Gracia, especialista en enfermedades de los
riñones, está en el mismo hospital que Flor, aunque en plantas
distintas.
Carmen de Gracia: Hay gente que se pone muy nerviosa, a pesar
de que ellos saben que están en lista de espera...
AM: Carmen también hace algunas de esas llamadas. Selecciona a
varios pacientes para que los riñones no se pierdan si surge algún
problema:
CDG: Luego hay gente que se pone muy contenta. Hay otras
personas que empiezan incluso a entrarle el miedo, a pesar de que
están en lista de espera. Nosotros intentamos tranquilizarlos.
AM: Como sanitarias no pueden disimular la emoción que sienten
al llamarles. Llevan mucho tiempo tratándolos como pacientes y
saben bien cuánto desean volver a tener una vida normal.
CDG: La verdad es que el trasplante de las cosas más
gratificantes que puede tener la profesión.
AM: En este caso fueron seis los órganos que pudieron salvarse.
Volvamos con Patricia. Nuestra enfermera.
PF: Finalmente pudo ser donante de hígado, de riñones, de
pulmones y de corazón, y de tejidos como córnea. Pudo ser donante
de vaso sanguíneo y donante de hueso.
AM: Esos tejidos, de vital importancia, pueden conservarse unos
días e incluso congelarse.
PF: Pudo ayudar no solamente a 6 o 7 personas, sino que puedo
ayudar a muchísimas más.
AM: El tejido de córnea, por ejemplo, uno de los que se
donaron, puede conseguir que alguien vea por primera vez.
PF: Imagínate que una persona que tiene un déficit de visión
importante, que eso condiciona su vida y que no puede ver la cara
de su niño, podemos someterla a un trasplante de córnea.
AM: O que alguien vuelva a caminar…
PF: Se le puede poner una arteria de un donante para que esa
pierna vuelva a recibir un buen flujo sanguíneo y no tienen que
cortarle la pierna. No es solamente que mejoren su calidad de vida,
es que es que les dan vida, les dan vida.
AM: De madrugada comienza el siguiente paso: la extracción de
los órganos. Los profesionales van pasando por quirófano:
cirujanos, enfermeros, auxiliares, celadores… Un engranaje
perfectamente coordinado. Han pasado 24 horas desde que Patricia
empezó su día de guardia.
PF: Tiene que estar todo calculado de forma milimétrica, porque
si alguna pieza falla. Van a fallar todas como en un dominó, que se
van cayendo todas las piezas. Pero afortunadamente siempre se
consigue, siempre se consigue.
AM: Algunos órganos se transportan por carretera a los
hospitales de la región. Otros viajan en avión fuera de Andalucía…
A veces incluso se han llegado a abrir aeropuertos por este motivo.
PF: Pues ese transporte es frenético, va muy rápido. Piensa que
el órgano, una vez extraído, tiene un tiempo máximo para ponerse.
AM: Si ese tiempo se supera, los órganos ya no son válidos para
el trasplante. Se han estropeado. Cada órgano tiene, por así
decirlo, un tiempo de caducidad. Un límite a partir del cual ya no
se puede trasplantar:
PF: Corazón y pulmones e hígado tienen un tiempo más cortito,
los riñones un poquito más. Pero siempre intentamos que sea el
menor posible.
AM: Por eso, cuando los equipos llegan con sus órganos al
hospital, los receptores ya están preparados y esperando en el
quirófano.
PF: Este proceso del implante es como el broche final de las
donaciones en el hospital.
AM: En una de las operaciones participa la cirujana Natalia
Zambudio. A primera hora estaba en su casa, de guardia
localizada...
Natalia Zambudio: Preparando las cosas de lo habitual de un
sábado.
AM: Y cuando le suena el teléfono rápidamente se traslada al
hospital. Su misión es implantar el hígado. A las dos de la tarde,
Natalia se pone los guantes y entra en el quirófano. No saldrá de
él hasta las ocho, seis horas después.
NZ: Fue compleja como todas, pero con buenos resultados.
Estamos muy contentos.
AM: Estas operaciones, que suelen ser por la noche, ponen patas
arriba la organización del hospital. Y añaden mucha presión.
Natalia la siente.
NZ: Sientes mucha responsabilidad porque formas parte de un
proceso muy complejo. Todos los equipos tienen que estar
coordinados y no puede fallar nada, porque si falla algo se pueden
perder el otro órgano.
AM: Sobre las ocho de la tarde acaban la cirugía de implante.
Los trasplantados ya descansan en sus habitaciones después de un
inesperado día en el que han vuelto a nacer. Ya han pasado poco más
de 50 horas desde el desmayo del joven portugués en el centro de
Granada.
RL: En donación, aunque sea multiorgánica, no es lo frecuente
que se traspase en frontera. La mayoría de nuestros donantes son
gente de nacionalidad española que viven en España.
AM: Ramón Lara es el coordinador sectorial de trasplantes en
Granada.
RL: Pero es que en este caso fue todo un procedimiento casi
detectivesco, hasta dar con el paradero de la familia de los
padres. Y luego, si no es por la ayuda de la policía, no lo
hubiéramos podido hacer.
AM: Normalmente los trasplantes son de dos o tres órganos. En
este caso…
RL: Para hacer una extracción como la de este día, necesitas
que sea una persona muy joven y que además no tenga enfermedades.
Sino que haya muerto por algo imprevisto siendo una persona joven.
En 2021 pues yo diría que este sin duda ha sido el trasplante más
complicado de gestionar y además el que ha dado más órganos válidos
para transplantar.
AM: Hoy todos los trasplantados se encuentran bien. Patricia
Fuentes, nuestra enfermera, la coordinadora, sigue satisfecha.
PF: Sentimos mucho agradecimiento porque sin donante no hay
trasplante y si una familia nos dice que no, no podemos seguir
hacia adelante.
AM: Aquellos días Patricia durmió poco, se preocupó mucho y
perdió por completo la noción del tiempo.
PF: Fue muy complicado, este es de lo que se pelean hasta el
final.
AM: Para aquellos que nunca han pensado si llegado el momento
les gustaría ser donantes, Patricia les manda un mensaje
PF: Creo que las personas necesitamos plantearnos cómo queremos
vivir, pero en un momento determinado también nos planteamos cómo
queremos morir. Y creo que una muy buena forma de
irse del mundo es ayudando a los demás.
JAE: Esta historia les ha marcado a todos, a nivel personal y
profesional.
RL: Estás ayudando a alguien a que pueda viajar, a que pueda
comer, a que pueda beber, a que pueda hacer deporte. Y eso no tiene
precio.
JFD: Es la mayor satisfacción que puede tener, tanto el grupo
de cirujanos y de enfermería como yo, que me tocó buscarlo también.
RG: Por lo menos que el servicio que se dio ese día haya valido
para para seis personas me parece que fueron las que recibieron
órganos. Pues, bueno, pues muy muy gratificante.
FN: Tratas con un paciente enfermo y luego lo ves como está
ahora, completamente bien y con toda su enfermedad resuelta, pues
mucha ilusión tanto para ellos como para nosotros.
CDG: Hombre, a mí el trasplante siempre me aporta mucho. Mucha
felicidad.
NZ: Fue una sensación bastante gratificante. De poder
descansar, pero además con tranquilidad, con la sensación de haber
hecho las cosas bien, que lo bueno.
MM: Yo solo pienso en que había una persona en su casa, con una
familia a su alrededor, pensando en que si no le llegaba un órgano
se iba a morir, y que de pronto sonó el teléfono y le dijeron
«vente para el hospital, que hay un órgano para ti».
JAE: María del Mar Molina, la intensivista, resume a la
perfección lo que fueron aquellas horas para todos…
MM: Lo puedo pensar mil veces, que mil veces se me ponen los
pelos de punta.
JAE: Gracias, Laura Velasco por esta historia. Gracias, Andrea
Morán.
Lo que empezó con un desmayo en la calle, una muerte en
realidad, terminó con seis vidas rescatadas. Una historia más Fuera
del Radar. Un podcast de periodismo narrativo que se mueve más allá
de la noticia. Soy José Ángel Esteban. Gracias por escuchar.
Esta historia ha sido escrita e investigada por Laura Velasco y
María Victoria Cobo. En Granada la edición es de Javier Martín y la
coordinación de Javier Morales. Fuera del radar es un podcast
narrativo desarrollado por los periodistas de las cabeceras
regionales del grupo Vocento. La edición y coordinación general es
de Andrea Morán, la producción sonora de Rodrígo Ortiz de Zárate
con la ayuda de Iñigo Marín Ciordia y la dirección y producción
ejecutiva de José Ángel Esteban.
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