La pandemia ha dejado de manifiesto la grandeza de las zonas rurales de la provincia de León. La tranquilidad, el entretenimiento o la grandeza culinaria se encuentran a pocos kilómetros de la capital leonesa. Zonas como Riello son un claro ejemplo de un ... enclave donde perderse para encontrase con la naturaleza, el patrimonio y la cultura popular.
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A través de cuatro reportajes vamos a conocer en profundidad todos los aspectos que hacen que este enclave sea un lugar especial.
Incluido dentro de la reserva de la Biosfera de Omaña y Luna, los 42 pueblos que conforman este municipio guardan una belleza inigualable. 24.000 hectáreas de terreno en la que se entremezclan valles, montañas y ríos para dar cobijo a una gran variedad de flora y fauna. Especies en peligro de extinción como la perdiz parda, el urogallo, el águila real o el oso pardo conviven con el ganado que pace tranquilamente en el verde de sus valles. Por su parte, la trucha es el gran galán que surca por el río Omañaa su paso por esta zona.
Por todo ello, durante esta época de pandemia han sido muchos los turistas que se han acercado a esta zona para visitarla. Numerosas rutas de lo más variadas acercan al visitante a este entorno. Sendas cómodas para ir en familia, trayectos más complicados para los más aventureros o rutas llenas de historia para los más curiosos hacen que estos itinerarios sean aptos para todo el mundo. Sin olvidar que por Riello pasa el Camino Olvidado una ruta alternativa a la tradicional que existe para llegar a Santiago de Compostela.
Este municipio es un lugar marcado por su historia. La época romana dejó en este territorio su impronta; perceptible en diversas infraestructuras, como son las calzadas, entre las que destaca la que atravesaba el valle de Luna y que facilitaba el acceso al interior de la Cordillera Cantábrica desde la ciudad de León.
Las referencias arquitectónicas de tiempos más recientes se basan en la arquitectura tradicional de patín, o las casas nobiliarias o solariegas con blasones. Estas, junto con las ermitas, iglesias y molinos, son las edificaciones más características de este territorio.
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Pero Riello no se entendería sin su gente esa que ha sabido guardar las costumbres y tradiciones de este lugar, empezando por sus casas que guardan una arquitectura propia de otra época. Casas de piedra y madera, techadas con pizarra, contiguo a un corral es la estética predominante en los pueblos de esta localidad.
Fiestas, eventos o romerías en la que destacan el Sábado Castañero, la festividad de los Reyes Magos, el concierto de Navidad, La Semana Santa, la Semana cultural de agosto y sobre todo la Zafarronada de Riello, su antruejo tradicional, son la demostración del culto que guardan a sus antepasados, demostrando la viveza de esta zona.
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Y después de tanta visita toca reponer fuerzas y no se puede hacer de otra manera que disfrutando de la gastronomía de la zona. El monte y el rio unido al ganado que los lugareños crían para pasar el frio invierno otorgan una variedad culinaria cocinada a fuego lento que le da un sabor único a Riello.
Pasear por sus montes, refrescarse en sus ríos, dormir con unas vistas inigualables, disfrutar de su gastronomía o conocer las costumbres y tradiciones a través de sus gentes es posible en este paraíso natural.
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