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Villadangos del Páramo está de moda. Al menos en el terreno industrial.
La resolución del conflicto de Vestas y el desembarco de Network Steel ha saltado el plano local. Al fin de cuentas, ha sido un caso de éxito casi sin precedentes ... de la colaboración entre PSOE y PP. Su nombre resuena con fuerza en los círculos empresariales y el efecto llamada no se ha hecho esperar.
El teléfono del Ayuntamiento vuelve a sonar y el despacho de su alcalde se ha convertido en una sala de reuniones con diferentes empresarios que ya han puesto su mira en este polígono que, junto a Network Steel, sumará en los próximos meses cuatro compañías: Maraña, Asludium, Otero y Miguélez.
Un polígono que fue fruto de una mera casualidad, la misma que llevó en 1999 a Teodoro Martínez a la Alcaldía de Villadangos del Páramo.
La maltrecha situación económica del Ayuntamiento le empujó a pensar en algo grande: tanto como en un polígono industrial de 200 hectáreas, o lo que es lo mismo, como 400 campos de fútbol. «Primero se pensó en 50 pero yo dije que lo intentáramos con 200».
Una idea que se la trasladó a la por entonces consejera de Economía y Hacienda, Isabel Carrasco, a la par que los vecinos acogían como suya una idea y, por unanimidad, aceptaban la cesión de los terrenos.
Durante cuatro años, recuerda Martínez, sólo hubo papeles, hasta que en 2013 se empezó la fase de urbanización. La casualidad quiso también que el Ayuntamiento tuviese que acelerar la recepción para que Vestas, la primera en instalarse, levantase su planta. Aunque fue Mercadona la primera compañía que adquirió una parcela.
A su sombra, se fueron asentando decenas de empresas y pronto «el Ayuntamiento mejoró su situación económica». Era el principio de un futuro prometedor. Hasta que, en el año 2010, se frenó en seco.
Maraña llega al polígono como empresa de servicios para el transporte pero con la mirada puesta en las necesidades que Decathlon va a tener en su planta.
Asla, la asturiana pero de origen leonés en su propiedad, también prepara su desembarco con Asludium. Será la primera línea de aluminio de esta empresa de laminados que también tiene en el acero otro de sus productos de referencia.
El proyecto no será tan ambicioso como el que inicialmente planteaba en la localidad leonesa de Carrocera y finalmente ubicado en el polígono industrial de Villabrázaro, en Benavente, pero sí complementario a ésta según han asegurado este marte a leonoticias fuentes conocedoras de la operación.
Otras dos empresas que han formalizado su presencia en el Polígono Industrial de Villadangos son Aislamientos Otero y Miguélez. Ambas tiene ubicación definida y la inversión conjunta supera ampliamente los tres millones de euros que permitirán dar empleo a unos 120 trabajadores en su conjunto.
Antes de esa fecha, todas las parcelas estaban comprometidas, sin embargo, la crisis obligó a cerca de medio centenar a dar marcha atrás y retirar su oferta. «Habita peticiones de empresas importantísimas, muchas de ellas del sector eléctrico y, de repente, todo se acabó».
Y a partir de ahí, vacío. Al menos así lo recuerda su alcalde, que años antes incluso había proyectó la ampliación del polígono industrial en otras 200 hectáreas. «Se llegó hablar de la cesión de otro tanto de terreno a cambio de 700 millones de euros».
«A lo largo de este semana han sido varias las llamadas de compañías interesándose por precios, situaciones y zonas. Incluso este jueves he mantenido encuentro con dos empresarios de fuera de León. Es realmente increíble porque por fin vemos la luz al final de túnel y empiezas a recordar aquellos años en los que no tenías tiempo ni para tomar café. Es una alegría. Ojalá se materialicen esos intereses empresariales con su desembarco a Villadangos», señala Martínez.
Una ampliación que quedó en el tintero y que ahora no descarta que se pueda recuperar a futuro.
Aunque aún es pronto para hablar. En la actualidad, señala Martínez, el nivel de ocupación del polígono industrial apenas supera el 60% que se elevaría por encima del 70% tras la instalación de las cuatro nuevas compañías y la ampliación de más de 20.000 metros cuadrados que planea Network Steel.
Sin embargo, la proyección de un ramal ferroviario –idea que también planteó el Ayuntamiento años atrás, podría ser un potente imán empresarial y permitir que Villadangos recupere esa idea de tejer el polígono industrial más grande de Castilla y León.
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