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INÉS SANTOS
León
Viernes, 21 de septiembre 2018, 19:07
Ni la lluvia que caía desde primera hora de la mañana pudo con las fuerzas de Andrés Turienzo. El reloj ya había marcado las 14:30 horas y a las puertas de la sede principal de Vestas en Aarhus se encontraba Jean-Marc ... Lechene, VP de Manufacturing y Global Procurement, y cerca de una veintena de trabajadores de la planta que habían escuchado la historia de Piru.
El 11 de septiembre algunos de los trabajadores de la planta de Vestas en Villadangos del Páramo despedían entre aplausos a Andrés Turienzo, el 'califa'. En su mente sólo la idea de atravesar Europa hasta la sede central de la empresa que amenaza con dejarle a él y a más de 360 trabajadores en la calle. Tan sólo con una bicicleta y tres compañeros de apoyo para superar los más de 2.500 kilómetros que separan Villadangos de Aarhus. En sus manos una carta con la que «llegar al corazón» de uno de los pilares de la empresa, el Director de Operaciones Jean-Marc Lechene.
La llegada fue muy emotiva, tanto para Piru como para sus compañeros que retransmitían en directo el momento. «Le he leído la carta y nos hemos emocionado todos», reconocían unas horas después. Los cuatro trabajadores de la planta de Vestas en Villadangos del Páramo cumplieron su promesa a sus compañeros y pusieron «todo nuestro corazón en este viaje» con la esperanza de que desde la planta «entiendan la situación que estamos viviendo».
Andrés Turienzo agradece el recibimiento del Director de Operaciones el cual «mostró su lado más humano» y «nos atendió muy bien». El bañezano, que ya había visitado Dinamarca en dos ocasiones con la planta de Vestas para trabajar en Odense y Ringkobing, recuerda que «el trato recibido ha sido, como siempre en Vestas, muy bueno».
Tras la entrada en las oficinas han podido hablar un poco y ha sido en ese momento en el que Piru ha aprovechado para hacerle una petición: «Sólo quiero que todo el esfuerzo que he puesto estos días, que también lo ponga él para intentar salvar la situación».
El encuentro ha dejado un buen sabor de boca en Andrés Turienzo y sus tres compañeros. Jean-Marc Lechene ha prometido llevar la carta de Piru a las próximas reuniones y transmitir a sus compañeros la lucha que viven los trabajadores de León. «Nos han dicho que hará todo lo posible por buscar una solución menos dolorosa».
«Indignación e incomprensión ante la decisión del cierre», así expresa Piru sus sentimientos en la misiva que hoy ha sido entregada en manos de Jean-Marc Lechene, VP de Manufacturing y Global Procurement. Un gesto con el que han querido demostrar, «una vez más», la implicación de «todos los valores que Vestas nos ha inculcado».
Piru explica su incomprensión por la deción teniendo en cuenta «los resultados conseguidos» y recuerda que han sido alcanzados gracias al esfuerzo de los más de 360 trabajadores que con el cierre quedarán en la calle. Andrés Turienzo, el ciclista de Vestas, cree que esta decisión no cumple «con los valores de Vestas».
Encima de la mesa sigue la opción de las recolocaciones que no son fáciles para los trabajadores y también la venta de las instalaciones a una empresa del sector que mantenga el trabajo, pero de momento, la lucha sigue en el campamento.
La gesta de Piru ha movilizado a la sociedad leonesa, pendiente a cada minuto de las redes sociales y el reto de los trabajadores de Vestas. Y ellos no se cansan de agradecer todo el cariño que les han enviado. «Desde el campamento me han mandado unos vídeos de los compañeros», una de las mayores fuerzas que ha recibido Piru estos días y a los que reconoce que ya tiene ganas de ver. «Quiero llegar a las puertas de la planta y darles un abrazo para devolverles todo el apoyo, no se lo puedo pagar de otra manera».
ANDRÉS TURIENZO
De momento es pronto para saber si el esfuerzo del leonés tendrá su recompensa con una solución para la planta, pero tiene claro que ha servido para otras cosas. «No sabemos si esto servirá, pero al menos nos ha unido a todos mucho más». Y es que desde hace más de dos meses los trabajadores de Vestas mantienen una huelga indefinida en la que toda la sociedad coincide en que son 'ejemplo de lucha'.
Una lucha que este viernes ha conquistado Aarhus, tras once duras etapas, más de 2.500 kilómetros y muchas familias pendientes, Piru ha entregado su carta a uno de los directivos. «Se le veía emocionado y nos ha transmitido un mensaje positivo», explica Andrés Turienzo en una llamada, «no sabemos si hará algo, pero tenemos la conciencia tranquila porque nos hemos dejado las piernas en este viaje».
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