Las sillas vacías que se llenan por Nochebuena en Bercianos del Páramo

Nochebuena es una noche de contrastes. De felicidad y nostalgia por igual. Sin embargo, en el Hostal Chamu de Bercianos del Páramo se han propuesto que toda la negatividad que pueda haber se torne en algo positivo con una acción que representa mejor que nadie el espíritu navideño.

En la noche del 24 de diciembre organizarán una cena para gente mayor de 65 años «que esté sola». Un gesto de caridad, de solidaridad y de mucha empatía. En la noche más familiar del año, los responsables de este negocio han decidido acordarse de los que no tienen con quién cenar en Nochebuena.

Pero la idea no surgió de la nada. Este hostal reparte «durante todos los días del año» tanto comida como cena a domicilio a 40 personas en León con esas mismas características. Empezaron en 2020 por la pandemia sin cobrar nada, repartiendo a cada usuario el menú de todo el día y una vez superada la COVID-19 decidieron proseguir con el servicio a un coste «mínimo». Y de ese espíritu nació la posibilidad de extender su buen hacer a la noche del día 24.

La cena que realizarán en Nochebuena prevén que sea un éxito. Aunque de momento tienen apuntadas 15 personas, desde el hostal creen que terminarán llenándolo con 50 comensales, que es máximo número de personas que pueden albergar. «Nos apetece mucho hacerlo y la verdad que estamos encantados», reconoce el responsable del local, Pablo Carriegos.

El menú que ofrecerán a los usuarios no es baladí. Contarán con langostinos y cecina con queso de entrantes, además de sopa de marisco como primer plato. El segundo dependerá de la elección de cada uno: en caso de querer carne cenarán lechazo, mientras que en el caso de elegir pescado se consumirá rape a la marinera con almejas. Para abrochar, los comensales tendrán una gran variedad de postres caseros.

No es la primera vez que en el Hostal Chamu organizan una actividad de estas características, si bien en Nochebuena nunca habían planteado nada. «Hemos hecho comidas solidarias en otras épocas en Villamañán y Santa María del Páramo», explican a este periódico. «La primera fue para presentar a la gente mayor el servicio de comidas que teníamos a domicilio», añaden orgullosos.

«La gente siempre nos agradece mucho el trabajo, cuando llegamos a las casas todo es cariño. Nos preocupamos mucho por ellos, hablamos a menudo con personas cercanas y servicios sociales», comenta Pablo a escasos días de la celebración de la cena, en la que ayudarán tanto los trabajadores (que esa noche no la cobran) como algunos voluntarios.

Es una acción bonita, de Navidad. Si con el trabajo que realizan a diario repartiendo comida no era suficiente, esta cena solidaria para gente mayor y que está sola es símbolo universal de gratitud. Máxime cuando no cobrarán las horas trabajadas y se dedicarán en cuerpo y alma a hacer pasar una gran noche a los mayores.

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