El 'sí, quiero' más antruejo

A la vieja usanza, con la indumentaria tradicional y siguiendo todos los pasos que marca la tradición. Celadilla del Páramo se vestía este primer sábado de marzo de tradición para asistir al enlace de dos parejas que rodeadas de vecinos se daban el 'sí, quiero' más antruejo.

La boda antrueja, que el Ayuntamiento de Villadangos del Páramo apuesta por impulsar, recrea con detalle esta tradición propia de la zona a principios del siglo XX que se celebraba en época de carnaval, de ahí su nombre.

En su momento la boda se celebraba durante varios días, pero en la actualidad y con el objetivo de difundir y preservar una tradición única y muy querida por los vecinos el consistorio organiza una jornada en la que, gracias a una labor de documentación, se recrea aquella ceremonia tan especial.

Igual que entonces lo hicieran los novios que dedicados al campo debían aprovechar esta época invernal para casarse, dos parejas han contraído matrimonio este fin de semana.

La jornada comenzaba, como marca la tradición, con la busca de las novias en sus casas. El ramo tampoco faltó enmarcando la entrada de las viviendas. En grupo se acompañó a las mujeres a la iglesia, donde ya esperaban los novios y padrinos. El canto del ramo siguió tras la ceremonia, precediendo a los novios en su subida al carro tirado por burros que, acompañado por los mozos y las mozas del pueblo y los guirrios y toros, llevó a las parejas de recién casados por la localidad hasta la casa de la novia, donde se cantó la 'rosca', se celebró el convite y se hizo la carrera del rosco y el mondo.

Ya entrada la tarde se celebró el banquete en el centro cívico de la localidad, con cantares de boda poniendo la banda sonora a la jornada y un baile popular que puso el punto y final a un sábado de celebración del amor y la tradición en Celadilla del Páramo.

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