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Una ordenanza concejil datada en 1702 es la esperanza a la que se aferran los vecinos de La Milla del Páramo , correspondiente al municipio de Bustillo del Páramo, que se encuentran en pie de guerra contra la Junta de Castilla y León ante la ... instalación de un parque fotovoltaico en la zona conocida como «Las huertas de abajo». El documento de principios del siglo XVIII da constancia de la existencia de una fuente en el espacio verde donde se prevé construir placas solares con las que proveer electricidad al canal de regantes de la comarca.
La Asociación 'Salvemos la zona verde de La Milla del Páramo' ha encontrado en una fuente construida hace más de 300 años el argumento definitivo con el que paralizar la instalación fotovoltaica que comenzó a realizarse el pasado 6 de julio para sorpresa de todos los vecinos de la localidad. Una estructura solar que arrasaría una zona arbolada y de abundante vegetación con la excusa de que la zona es de propiedad pública tras haber sido expropiada durante la concentración parcelaria que se llevó a cabo en 2019.
La plataforma se registró el pasado 5 de agosto, si bien es cierto que las protestas vecinales surgieron desde el inicio de las catas a principios del mes de julio. Los habitantes de La Milla se oponen frontalmente a la instalación solar porque supondría la desaparición de una zona verde -la única de la localidad- que tradicionalmente ha pertenecido al pueblo y que se encuentra «a tan solo 50 metros» del casco urbano, según aclara Baltasar Sutil, portavoz de 'Salvemos la zona verde de La Milla del Páramo'.
En el pueblo leonés hay un enorme sentimiento de indignación y, sobre todo, estafa, puesto que aseguran que el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) «se comprometió con dejar esa zona intacta» a la mesa de trabajo de la concentración parcelaria compuesta por vecinos de la localidad. «De haber conocido esta situación, nadie hubiera firmado la expropiación», denuncian desde la asociación. Por todo ello, la agrupación ha contratado los servicios de un bufete especializado en delitos medioambientales para remitir su reclamación a la Junta de Castilla y León.
Una demanda que cuenta con un as bajo la manga en forma de patrimonio histórico: una fuente que data, al menos, de 1700 y que los vecinos han encontrado y acordonado para evitar daños en la misma. El doctor en Historia, Luis Martínez García, descubrió durante la elaboración de su tesis doctoral sobre el Páramo leonés documentos del siglo XVII, XVIII y XIX en forma de ordenanzas concejiles de La Milla. «Las actas eran un compendio de normas mediante las cuales se regían los pueblo», explica el profesor de Historia.
La madre del cordero se encuentra en dos papeles en particular, datados en 1702 y 1759, en los que se recoge la existencia de una fuente «en la zona de los ponjales» dedicada al consumo humano y también como abrevadero para ganado de los prados comunales. En dichas actas se indica las tareas de mantenimiento que el pueblo tenía para con la fuente de marras.
Martínez indica que la relevancia de estos documentos estriba en su capacidad para «demostrar que la zona que se conoce como 'Las huertas de abajo', que no es otra que la de los ponjales, es un espacio perteneciente a La Milla que se ha mantenido de forma natural durante siglos». Asimismo, el doctor en Historia precisa que «es la única zona verde» de la localidad y su eliminación supondría «eliminar los pocos vestigios de la propia historia del pueblo».
El análisis del profesor Luis Martínez se unirá al escrito legal que la plataforma enviará a la Junta de Castilla y León con el afán de que las placas solares se trasladen a otro lugar. «No estamos en contra de las placas ni de la energía solar, solo queremos que se mantenga como zona verde tal y como nos prometió el Itacyl».
A modo de protesta y reivindicación, la asociación está trabajando en 'Las huertas de abajo' con el objetivo de recuperar caminos y senderos perdidos, llevando a cabo tareas de limpieza y desbroce «para dejar claro que queremos que este espacio siga siendo del pueblo y para el pueblo», indica Baltasar Sutil.
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