El agua potable vuelve a Celadilla del Páramo dos semanas después

Todo empezó el 24 de junio, día en el que se cortó el agua en el pueblo «sin aviso de nada ni de nadie». Ni antes ni después los vecinos obtuvieron respuesta alguna por parte del Ayuntamiento de Villadangos, a quien culpan de no haberles suministrado agua de alguna otra forma durante los días que perduró el problema, calificando la situación de «tercermundista».

La única medida que tomó el Ayuntamiento, dicen, fue enganchar el agua de Celadilla al depósito de Villadangos mediante una tubería provisional para dotar de agua a los vecinos afectados, pero era un agua contaminada, ya que «salía con tierra», asegura una vecina del pueblo. «El Ayuntamiento cubría el cupo de que había agua, sí, pero era agua con tierra. Y cuando digo tierra es tierra», denuncia. Eso ya se ha arreglado, sobre todo desde que se conectó dicha tubería con el referido depósito de Villadangos, aunque el tema de la presión sigue vigente y lastrando la vida diaria de algunos habitantes de la zona.

Cabe destacar que la mayoría de los habitantes de Celadilla del Páramo son personas mayores, para cuya higiene es vital el agua potable y de la cual carecían en muchos momentos del día. De hecho, ni siquiera sabían cuando iban a disponer de ella o no. «Había cortes sin aviso, nadie nos avisaba de a qué hora nos la iban a cortar o cuando estaría disponible», se quejan. Los que cuentan con un pozo activo en sus casas pudieron salir del paso, pero, los que no, «teníamos que ir al caño, como los gatos», reconoce la propia vecina.

Denuncia que en Villadangos cuentan con albergue y piscina y nadie les ofreció ir para cubrir sus necesidades, hecho ante el que los vecinos se muestran «muy cabreados». Esta vecina nos cuenta que ante la imposibildiad de poner lavadoras, tuvo que ir hasta La Virgen del Camino y hacer uso de una lavandería de allí, todo ello pagado de su bolsillo. Ante esto, añade que «aquí nadie es responsable y nos parece una dejadez por parte del Ayuntamiento».

Sin embargo, desde el consistorio apuntan a que en Celadilla están los medios municipales limpiando los contadores y llevando a cabo las labores necesarias acabar con el problema, de manera que sí aceptan los problemas que ha habido en el pueblo. Además, reconocen que tenían «miedo» de que los sondeos de Celadilla estuviesen estropeados, pero no es el caso. Por el momento, hay agua potable.

En este sentido, desde Celadilla entienden que pueda haber fallos, «pero hay que dar soluciones» expresan. «No había agua ni para lavarse las legañas», dicen. Aún así, amenazan con poner una queja ante el Defensor del Pueblo si la situación con la presión del agua persiste, si bien parece verse ya la luz al final del túnel con el trabajos de los operarios.