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En las cartas de los restaurantes, hay platos que nos hacen salivar tan solo con leer el nombre. Fue lo que nos pasó con 'The regime' en cuanto lo vimos en el menú de HBO Max: Kate Winslet en su jugo con guarnición de Martha ... Plimpton, Andrea Riseborough y una pizca de Hugh Grant en un plato creado por Will Tracy (guionista de 'Succession'), cocinado por el gran Stephen Frears y Jessica Hobbs ('The Crown') y listo para ser degustado al ritmo de Alexandre Desplat. Un banquete digno de un tres estrellas Michelin. Pero no ha sido así.
Kate Winslet es Elena Vernham, la autoritaria, hipocondriaca y paranoica canciller de un país ficticio del este de Europa. Tras varios años de gobierno y encerrada en su palacio, Verham se cree una madre de la patria, una suerte de Eva Perón que se dirige a sus ciudadanos con la fórmula «mis amores», la misma que utiliza Raquel Mosquera para dirigirse a sus seguidores de Instagram, por cierto. Vernham, casada con un tipo un tanto melifluo, está necesitada del reconocimiento masculino, empezando por el de su padre muerto, cuya cadáver se va descomponiendo en el palacio. Por eso, cuando conoce al cabo Herbert Zubak (Matthias Schoenaerts), un militar básico e irracional al que apodan 'Carnicero', la lideresa encuentra la horma de su zapato.
Juntos, el régimen del país se escorará, aún más, hacia una gobierno de parvulario basado en la teatralización exagerada, la emocionalidad populista, el expansionismo y el nacionalismo cerril. El problema surge cuando lo que pretende ser una sátira política acerada, brillante y provocativa se queda corta, plana e intrascendente ante la realidad que estamos viendo y viviendo. Y ni siquiera es divertida.
Por lo demás, la serie es un batiburrillo de ingredientes: hay revolución, y locura, y crítica al poder, pero sin la mordacidad esperada; hay una historia de amor, pero los protagonistas son un par de sicópatas con los que resulta imposible empatizar; hay intención, pero no tono; hay diálogos agudos, pero son escasos; hay una producción exquisita, pero insuficiente para salvar este desaguisado. 'The regime' es un plato propio de un cocinero con pretensiones, de los que quieren hacer cocina molecular con esferificaciones y espumas sin saber preparar unas buenas lentejas. Y es raro, porque Will Tracy sí sabe, y lo ha demostrado con creces como guionista del programa de sátira política 'Last Week Tonight with John Oliver'. Lo peor es el desaprovechamiento de tan buena materia prima.
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