Gloria Trevi

Cantante, actriz y empresaria

«No creo que esta serie limpie mi imagen porque me muestra idiotizada»

Cuando aquellas denuncias se hicieron públicas, Andrade y Trevi comenzaron a viajar por todo el mundo para tratar de esquivar a la prensa y en ese momento ambos comenzaron una relación sentimental de la que nació su hija Ana Dalai, que murió al mes de nacer y cuyo cuerpo nunca fue encontrado. Tras su captura en el año 2000, los dos estuvieron tres años en una prisión en Brasil, donde la estrella dio a luz a su segundo hijo, Ángel Gabriel, también de Andrade y posteriormente fueron extraditados a México, donde ambos quedaron absueltos de los cargos que les imputaban. Trevi quedó libre en 2004 y Andrade en 2007. Ahora Trevi cuenta su cambiante versión de los hechos -en su momento, llegó a defenderlo- en 'Ellas soy yo', una telenovela que acaba de estrenarse en Mitele, la plataforma de Mediaset.

-¿Por qué ahora?

-Porque ahora estoy de pie. Yo no quería utilizar mi historia para levantarme, para eso quería usar mi música, trabajar y seguir hacia adelante. Siempre han pasado cosas contra la mujer: golpes, mujeres muertas, desaparecidas... Y llegó un momento en el que dije: «Si ahora estoy en un momento tan maravilloso, en el que me presento en lugares, se llenan y el público me escucha, ahora que no necesito hacerlo es cuando debo hacerlo porque otras personas lo necesitan». Necesitan no solo mi historia, sino saber que pueden levantarse, que esa persona que te manipula, ese narcisista que te hace creer que sin él no eres nadie, te está engañando, porque sin él eres más.

-Ya hubo una película que contó la historia en 2014.

-Cuando hicieron la película, comí un par de veces con la guionista, Sabina Berman, que es una persona muy inteligente, pero desgraciadamente me di cuenta de que ella estaba trabajando con TV Azteca y tengo una demanda fortísima con ellos, así que sentí mucha desconfianza. Y también me di cuenta de que mi historia no se puede contar en 1 hora y 45 minutos... Y de repente todo se alineó, era el momento de mivida, vino la pandemia, que me dio mucho tiempo, vino la propuesta de Televisa, que ellos tienen mucho material mío del inicio de mi carrera, y luego estaba Carla Estrada, la directora, que fue la primera persona que me dio una oportunidad porque ella fue la que hizo el concurso de la doble de Chispita con la que empecé.

-Supongo que no ha sido fácil.

-Me daba mucho miedo que algunas personas me dejaran de querer porque tenía que mostrar no el lado poderoso y empoderado de Gloria Trevi, sino el lado vulnerable. Es cierto que nuestro pasado se va construyendo con la experiencia que tenemos en cada momento y con la perspectiva de la vida que tenemos entonces, pero, tal vez, algunas personas me vean en la serie y piensen que soy una estúpida. Pero cuando una persona cae en una situación de tanta manipulación y la golpean y la minimizan... Se trataba de compartir esa historia y por eso la serie no se llama 'Gloria Trevi', se llama 'Ellas soy yo' porque mi historia es la historia de muchas otras mujeres.

-¿Qué le diría a aquellos que creen que ha hecho la serie para limpiar su imagen?

–Pues que yo no creo que la serie limpie mi imagen al mostrarme tan vulnerable y tan idiotizada por una persona que me estaba manipulando. O sea, yo hubiera querido ser una superheroína, salvar a todas, y no estar como todas: dominada, manipulada y superexplotada. Mi imagen la he limpiado a base de mucho trabajo. Por eso hago la serie ahora, en un momento en el que estoy de pie, no en un momento en el que estoy buscando de dónde sacar dinero. Creo que lo más importante de esta historia es esa esperanza de decir: «Te puedes levantar, mírate en ese espejo y sal de ahí».

–¿Qué ha sentido al rememorarlo todo viendo la serie?

-Fue muy duro. Por ejemplo, tenía que ver la parte de lo de mi hija porque quería que fuera tratado con amor, con respeto, y, bueno, duré días llorando. Y, bueno, el público y Dios me sanan de nuevo.

-Comenzó muy joven en el mundo del espectáculo. ¿Era consciente de que se iba a perder su infancia y adolescencia?

-Pues no era consciente. Mi bisabuelita me decía aquello de «juventud, divino tesoro» (ríe). Y cuando te lo dicen, no lo entiendes. Pero por eso en este momento yo no quiero un público ni un esposo para envejecer a su lado, quiero un público y un esposo para ser niña a su lado. O sea, yo voy al escenario y estoy disfrutando mi niñez, mi adolescencia porque es mi derecho (ríe).

-Si pudiera, ¿lo cambiaría todo?

-Güey, qué bueno que no sabía, porque imagínate... Si sabes que te va a caer un palo bien duro, pues claro que te quitas, pero qué bueno que no lo sabía porque cada vez que abrazo a mis hijos y siento el latido de sus corazones, mil veces repetiría lo que viví por no cambiar nada de lo que vivo hoy. Creo que que no cambio mi pasado, ya lo viví, ya lo aguanté, ya lo sobreviví, y lo agradezco, le agradezco a Dios que haya confiado en mí.

-Pasó varios años en la cárcel. ¿Cómo fue la experiencia? ¿Aprendió algo?

-Fueron unos años terribles, porque después de estar 17 años bajo la manipulación de alguien que te hace tanto daño, todavía ser castigada por una sociedad... Estuve, y necesito que tú lo remarques, en un proceso, no estuve pagando sentencia. Estaba procesada, que es algo inaudito, y salí absuelta. Y sí, claro que se aprende. Se aprende que la mayoría de las mujeres que están en la cárcel, de verdad te lo digo, son mujeres inocentes, y que están ahí en el 70% de los casos por causa de un hombre, que las hizo firmar o que vendía drogas. Luego, el primero que sale de la cárcel es el hombre, porque es el que tiene el dinero y a la mujer la dejan ahí. Aprendí que a la mujer la dejan olvidada, la abandonan, mientras que al hombre lo visitan las esposas. El otro 20% de los casos son chicas que tienen vicios y que fueron abusadas desde pequeñas, incluso por sus propios padres. Y sí, hay un 10%, más o menos, de diablillas. Creo que en el caso de las mujeres el sistema judicial y penitenciario debería cambiar porque biológicamente la mujer no es igual al hombre.

-Cuando salió de la cárcel, ¿qué fue lo más complicado?

-Lo más difícil que enfrenté fue eso, que todos te miran. De ahí salió la canción 'Todos me miran'. Eres juzgada y sentenciada. Otras personas te ven con lástima y a mí no me gusta que me vean con lástima. Por eso me quedé callada y me dediqué a hacer música. Yo no me considero una víctima, yo soy una sobreviviente. Y ahorita estoy supercontenta porque saqué los tres volúmens de 'Mi soundtrack', que son mis clásicos actualizados. Y repárense con la serie porque de repente se van a enojar, van a llorar, se van a reír, van a vivirlo todo.