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Con un pie en los hechos históricos y otro en las leyendas urbanas de sorprendente penetración popular. Así se construye 'Fly Me To The Moon', la película que este viernes estrenan Scarlett Johansson y Channing Tatum, de visita por Madrid estos días, en las salas de cine españolas.
Él da vida a Cole Davis, director de lanzamientos en la NASA, un tipo muy profesional, pero también algo soso y supersticioso, que se desvive por llevar a buen puerto la misión que John Fitzgerald Kennedy encomendó a la agencia espacial estadounidense en septiembre de 1962: poner un hombre en la Luna antes del final de la década. Todo en un momento en el que los fondos parecen peligrar.
Ella encarna a Kelly Jones, una excelente vendedora, de dudosos valores éticos y morales, que no vacila a la hora de mentir o engañar para conseguir sus objetivos, que al inicio de la cinta tienen que ver con la venta de vehículos a padres de familia que buscan algo más que un coche familiar. Todo cambia para ella cuando un tal Moe Burkus (Woody Harrelson), un tipo oscuro y ferviente seguidor de las mismas malas artes que Kelly, torpedea su última campaña publicitaria para Ford. ¿La razón? Quiere forzarla a viajar a Florida para que se ponga al frente del gabinete de prensa de la NASA.
Dicho y hecho. Tras una eficiente resumen del recorrido de la carrera espacial hasta 1969, con estupendos grafismos que apuntan a la estética de la propaganda de la época –los soviéticos fueron prácticamente siempre por delante hasta la llegada a la Luna–, la cinta dirigida por Greg Berlanti comienza una noche con el encuentro fortuito de Kelly, que cena en uno de los bares cerca de las instalaciones de la agencia mientras se pone al día, y Cole. Ambos se miran y coquetean, sin saber quién es el otro hasta que Cole, antes de volver al trabajo, le asegura que es la mujer más guapa que ha visto en su vida y que le invitaría a tomar algo pero que tiene un trabajo muy complicado.
Al día siguiente, ambos vuelven a coincidir, pero esta vez en la NASA, donde Kelly se presenta con su ayudante como la nueva responsable de prensa. A partir de ahí comienza una comedia romántica bastante arquetípica en la que lo único que se antoja original y novedoso es la ambientación: un enamoramiento durante los preparativos para el primer viaje a la Luna.
Las personalidades tan distintas de Cole y Kelly hará que salten chispas constantemente. «Cole es una persona optimista y le parece que es suficiente con esforzarse al máximo. Kelly es más pesimista y sabe que la gente tiende a ser egoísta. El mundo es un lugar complicado. Las reticencias de Cole chocan con la determinación que ella tiene. Para Kelly el fin justifica los medios, aunque a Cole los medios le parece que importan. Ahí es donde está el conflicto», explica Johansson, también productora de la cinta, en las notas de producción.
Tatum, por su parte, señala que a Cole le parece que la misión del Apolo 11 «no es una misión más». «No hay duda de que no es un anuncio de televisión cualquiera ni un producto que tenga que venderse. Probablemente sea el mayor logro de la humanidad».
Es en esa fricción donde reside la mayor parte de un humor blanco e inofensivo, que a veces funciona –especialmente cuando entra en escena el personaje de Harrelson, una suerte de villano con grandes dosis de carisma– y a veces no. Escrita por Rose Gilroy, quizá lo más interesante de la propuesta es la ingeniosa manera de mezclar la realidad de lo que sucedió con algunas de las teorías conspirativas que han ido siempre asociadas a la gesta de Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins, como aquella que señala que el mismísimo Stanley Kubrick rodó en un plató la llegada del hombre a la Luna.
«El tema central de la película es la importancia que tiene la verdad, aunque irónicamente lo hacemos basándonos en una de las teorías de la conspiración más famosas», desliza el director en las notas de producción. «En realidad la película trata sobre por qué fue tan importante ir a la Luna. Era un momento en el que era importante creer en cosas así. Cuando haces una película en la que falseas uno de los momentos más famosos de la historia, es imperativo que los momentos de verdad parezcan muy muy reales», sostiene Berlanti.
De hecho, la película rescata algunas de las espectaculares imágenes de los archivos de la agencia espacial estadounidense que se vieron hace cinco años en 'Apollo 11', el magnífico documental de Todd Miller Douglas que explicaba desde los últimos preparativos hasta el regreso y el paseo triunfal de quienes hicieron historia.
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