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Falco Cabo en 'El radioaficionado', que llega a los cines el 2 de septiembre.

Rain Man vive en Getxo

El bilbaíno Iker Elorrieta estrena en cines 'El radioaficionado', la primera película española de ficción que concede el protagonismo absoluto a un personaje con trastorno del espectro autista

Martes, 30 de agosto 2022, 14:25

En 'Rain Man' (1988), Tom Cruise aprendía a querer a su hermano autista (Dustin Hoffman), beneficiario de la herencia familiar y una especie de 'sabio idiota' con portentosas habilidades matemáticas. En la cinta francesa 'Especiales' (2019), los autores de 'Intocable' contaban la abnegada labor de ... dos cuidadores de niños y adolescentes autistas, enfrentados a un sistema que pone trabas a unas ONG que atienden a familias desesperadas y a las que la Administración ignora.

'El radioaficionado', en los cines desde este viernes 2 de septiembre, también habla de autismo, pero, por primera vez, concede el protagonismo absoluto a una persona con trastorno del espectro autista (TEA). «En las películas, la propia persona dentro del espectro nunca es protagonista. Siempre lleva el peso un familiar o un cuidador», apunta su director, Iker Elorrieta (Bilbao, 1977), que reconoce no haber revisado 'Rain Man'. «Es muy complicado que una persona con TEA sea el protagonista, es difícil ponerse en su lugar. Plantear un dilema moral con un personaje así es una locura».

Vídeo. Tráiler de 'El radioaficionado'.

Elorrieta ha visto crecer al hijo de unos amigos algorteños con TEA, que a sus 19 años vive en un centro porque no tiene la capacidad de ser autónomo que demuestra el protagonista de su ópera prima. Nikolas (el actor Falco Cabo) viaja desde Vallecas a Getxo para arrojar al mar las cenizas de su madre. Una amiga de la infancia, que trabaja en el Marítimo del Abra (la portugaluja Usue Álvarez), le deja dormir en la caseta de capitanía. Los trabajadores del club y el mundo en general son un lugar inhóspito para el protagonista, acostumbrado a escuchar voces en las emisoras de radioaficionado, una metáfora de que no todas las personas sintonizamos en la misma frecuencia.

Nikolas, una portentosa composición de Falco Cabo, ocupa casi todos los planos del filme. «Tenía claro que quería ponerme cerca de él con la cámara para intentar capturar cómo puede entender el mundo», justifica el director. Cuando empieza la cinta no sabemos que sufre autismo, poco a poco vamos descubriendo que pasa algo. «Nikolas es diferente a la norma, al neurotípico, pero tenía claro desde el principio que no se iba a mencionar el término autismo en ningún momento. Sus conexiones neuronales son distintas a las de los demás, el mundo no logra entenderle».

Falco Cabo en 'El radioaficionado'.

Hay todo un subgénero de películas en las que el protagonista carga con las cenizas de un ser querido, pero aquí no deja de ser una mera anécdota. «Cuando escribes tus primeros guiones crees que tienes que agarrarte a algo», reconoce Elorrieta. «Seguramente el tema está bastante manido, igual no hace falta, pero yo tenía reciente la muerte de mi padre». Nikolas vuelve al escenario de su infancia y sigue sintiendo la responsabilidad en la separación de sus padres. «No tiene ninguna culpa, pero cree que discutían por él», observa el director. «Es hijo de marinero, y muchos marineros se siente también así, no comprendidos en tierra firme porque el único sitio donde se sienten en casa es en el mar».

'El radioaficionado' triunfa al moverse en un difícil equilibrio para no hacer sufrir demasiado a su protagonista, no apiadarse de él ni mostrarle como un genio incomprendido. «Tienes que ser precavido, leí mucho sobre el autismo, un gran desconocido. He intentado no caer en clichés», confía su autor total, que además del guion y la dirección firma la fotografía, el montaje y la producción de una cinta que no ha parado de recorrer festivales internacionales desde que se presentó el año pasado en el Zinemaldia.

El director Iker Elorrieta en el rodaje del filme en el Abra.

Elorrieta comenzó grabando vídeos de surf. Tan pronto rueda un documental en las montañas de Pakistán como trabaja en publicidad. Su proyecto más personal sufrió un parón por la pandemia y se benefició de los paisajes de su adolescencia en Getxo (Ereaga, Barrika, el Abra...), aunque nunca se diga cuál es esa ciudad portuaria del norte. La gran baza del filme es Falco Cabo, un actor de teatro musical al que el director conoció en un taller de interpretación en 2016. «Falco acababa de llegar de Málaga y supe que era la persona adecuada por su lenguaje corporal. Mucha gente se cree que es autista, eso está bien, ¿no?».

La veintena de copias con las que 'El radioaficionado ' llega a las salas españolas le hacen feliz a Iker Elorrieta, que aspira a que su película se exhiba en una pantalla grande para apreciar, por ejemplo, el elaborado trabajo con el sonido Dolby 5.1. «Me encantaría que se viese mucho para concienciar sobre la diversidad, tenemos que aceptarla y no temerla», concluye.

Usue Álvarez en 'El radioaficionado'.

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