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La actriz Glenda Jackson fotografiada en 2018. AFP

Muere Glenda Jackson, la actriz que lo dejó todo por la política

Ganadora de dos Oscar, la intérprete y exdiputada laborista británica ha fallecido a los 87 años tras una «breve enfermedad»

Jueves, 15 de junio 2023, 13:06

Glenda Jackson (1936-2023) nunca hizo lo que se esperaba de ella. Abandonó el colegio a los 16 años para trabajar en una farmacia. Poco después, supo que el resto de su vida no podía transcurrir detrás de un mostrador y decidió estudiar Arte Dramático. ... Ganó dos Oscar y en 1992, cuando se encontraba en la cima de su profesión, dejó los escenarios y los platós para meterse en política. Fue durante 23 años diputada en el Parlamento dentro del ala izquierda del Partido Laborista. Hasta que en 2016, con 80 años, regresó a los escenarios dando vida a un hombre, el rey Lear de la obra de Shakespeare.

«Glenda murió pacíficamente esta mañana en su casa de Blackheath, Londres, después de una breve enfermedad con su familia a su lado», ha declarado este jueves su agente en un comunicado. Los cinéfilos más jóvenes apenas conocen a la actriz, que labró su prestigio en los años 70 de la mano de los directores que revolucionaban el cine inglés. A mediados de los 90 te la podías encontrar en Benidorm, haciendo campaña a favor de su partido entre los turistas británicos, «en contra de las mentiras de los conservadores». Su puesto más alto fue Secretaria de Estado de Transporte en el Gobierno de Tony Blair.

Glenda Jackson y George Segal en 'Un toque de distinción'.

«Ni una sola vez a lo largo de mis 23 años en el escaño eché de menos mi pasado como actriz», afirmó Jackson, que podía presumir de dos Oscar (por 'Mujeres enamoradas' en 1970 y 'Un toque de distinción' cuatro años más tarde), un Globo de Oro, el Bafta, dos Emmys, el Tony y la Concha de Plata a la mejor actriz en el Festival de San Sebastián de 1973 por 'Un toque de distinción'. Aquella cinta de Melvin Frank, una comedia romántica rodada en la Costa del Sol, contribuyó muchísimo a la popularidad de la intérprete, que encarnaba a una divorciada inglesa que mantenía un idilio con un hombre de negocios estadounidense casado (George Segal). Hasta tuvo una secuela seis años más tarde, 'Un toque con más clase'.

Glenda Jackson y Helmut Berger en el Festival de Cannes de 1976. AFP

Hija de un albañil y una limpiadora, Glenda Jackson nació en Birkenhead, en el noroeste de Inglaterra. Creció tanto que vio frustrado su sueño de ser bailarina y estudió gracias a una beca en la prestigiosa RADA (Real Academia de Arte Dramático). Formó parte de la Royal Shakespeare Company y su papel en el 'Marat/Sade' de Peter Weiss puso patas arriba el teatro británico. Apareció en dos películas esenciales a comienzos de los 70: 'Mujeres enamoradas', de Ken Russell, y 'Domingo, maldito domingo', de John Schlesinger. Fue asimismo Isabel I en 'María, reina de Escocia' junto a otra actriz que también combinó su profesión con el activismo, Vanessa Redgrave. Repetiría el mismo papel en la miniserie 'Elizabeth R'. 'Una inglesa romántica', a las órdenes de Joseph Losey; 'Sara', biopic de la actriz Sarah Bernhardt dirigido por Richard Fleischer; y 'Alegrías de un viudo', comedia junto a Walter Matthau, conforman el grueso de su filmografía en su década de éxito en el cine, los años 70.

Glenda Jackson fue la primera actriz que ganó un Oscar tras protagonizar un desnudo integral en 'Mujeres enamoradas'. En ninguna de las dos ocasiones en las que obtuvo la estatuilla acudió a recogerlas. Un Oscar lo guardó en el desván y el otro se lo regaló a un sobrino «para un proyecto del colegio». Siempre mantuvo su prestigio intacto. En 1980, Julio Cortázar escribió una carta imaginaria a la actriz. El escritor argentino acababa de publicar 'Queremos tanto a Glenda', un cuento en el que un grupo de fans de la estrella británica se las ingenia para retocar sus películas con el fin de que sean intachables. Cuando ella, retirada hasta entonces, anuncia que vuelve a actuar, los fundamentalistas de su obra deciden matarla para, así, conservarla perfecta para siempre.

Glenda Jackson recibe el Tony en 2018. Reuters

Núria Espert, que la dirigió en 1986 en una adaptación de 'La casa de Bernarda Alba' representada en Londres, tuvo mucho que ver en su reaparición en Broadway como el Rey Lear. Su última película es de hace un par de años, 'Primavera en Beechwood'. La actriz estuvo casada de 1958 a 1976 con el actor Roy Hodges, padre de su único hijo, Daniel. Nombrada por Isabel II Comandante de la Orden del Imperio Británico, realizó labores humanitarias en Etiopía con la ONG Oxfam y denunció el apartheid en Sudáfrica. Contraria a la guerra de Irak, auspiciada por el líder de su partido, Tony Blair, Glenda Jackson tuvo en Margaret Thatcher a su bestia negra, a la que culpaba de arrojar por la borda la compasión y la justicia social en favor del endiosamiento del dinero. «Una ideología de codicia, egoísmo y despreocupación por los más débiles», lamentaba.

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