'Del revés 2', una delicia de secuela dispuesta a reventar la taquilla

La capacidad que tiene Pixar para dar forma a conceptos e ideas que flotan en el plano meramente intelectual es asombrosa. Porque una cosa es dar vida y personalidad a un puñado de juguetes, como hicieron en 'Toy Story' (John Lasseter, 1995), su primera película, con la que ya demostraron una imaginación desbordante, y otra muy distinta es diseñar una fábrica y un conjunto de reglas, como las que construyeron para 'Monstruos S. A.' (Pete Docter, 2001), para adentrarse en un terreno mucho más intangible: el de las pesadillas de los más pequeños; o abordar un asunto tan abstracto como el de la vocación a través del alma de un músico de jazz insatisfecho con su vida de profesor, tal y como vimos en 'Soul' (Pete Docter, 2020).

'Del revés 2 (Inside Out 2)', que desembarca este miércoles en la cartelera española tras haber amasado en su primer fin de semana 295 millones de dólares -es la primera candidata del año a superar los mil millones de dólares en taquilla-, pertenece, precisamente, a este segundo grupo de largometrajes. La película llega nueve años después de la cinta original, una genial comedia que seguía los pasos de Riley, una niña de once años que se acaba de mudar de Minnesota a San Francisco con sus padres, para hablar de las emociones que pululaban por su cabeza: Alegría, Tristeza, Ira, Miedo y Asco. Con un deslumbrante aspecto visual, la cinta plasmaba toda una serie de conceptos para articular cómo se forja la personalidad, de qué manera se almacenan los recuerdos -en preciosas esferas de cristal- o qué mecanismos cambian el humor de una persona.

En esta nueva entrega, dirigida por Kelsey Mann, Riley es ya toda una jovencita de trece años que tiene dos grandes amigas, Grace y Bree. Con ellas juega a hockey sobre hielo, una de sus grandes pasiones. De hecho, la película comienza con un enérgico partido, que sirve para recordar al espectador las bases por las que se mueve la franquicia. Mientras Riley hace mil y una cabriolas con el stick, dispara a portería o pasa el disco a sus amigas, las cinco emociones comandadas por Alegría van enviando impulsos a la protagonista desde la mesa de mandos.

El montaje es trepidante y el marco de acción y consecuencia que se establece desde el primer momento lejos de ralentizar el ritmo, lo acelera, aunque exige algo más de atención por parte del público. Una falta saca a Riley dos minutos del partido y Tristeza, claro, se pone a los mandos, pero el frenazo de la acción sirve para resumir lo que han dado de sí estos dos años. Sus emociones han creado una nueva sección en la mente de Riley llamada Sentido del Yo, que alberga los recuerdos y los sentimientos más importantes, que dan lugar a su sistema de creencias del que finalmente surge su identidad y su personalidad. Y en estos momentos, Riley se considera una buena persona y una buena amiga, sin apenas traumas, pues Alegría ideó un mecanismo para enviar los recuerdos negativos al fondo de su mente.

Tras ganar el encuentro, la entrenadora invita a las tres amigas a un campamento de hockey durante el fin de semana. Allí podrán entrenar con las mayores y, quién sabe, quizá entrar en el equipo el curso que viene. Riley se acuesta encantada, pero dentro de su cabeza una alarma levanta a Alegría y los demás. Ha llegado la pubertad y con ella un sinfín de emociones más: Ansiedad, Envidia, Vergüenza y Ennui, término en francés que pivota entre el Aburrimiento y el Desdén. Riley despierta con un granito en la cara y muy irritable, en una secuencia con su madre que describe a la perfección la temible e hilarante edad del pavo. De camino al campamento, viene lo peor: sus amigas le confiesan que irán a otro instituto.

La noticia le sienta como un jarro de agua fría y la inseguridad se acaba apoderando de la adolescente: tiene miedo a quedarse sola, a no encajar, a parecer una cría... Todo ello mientras en su cabeza Alegría y Ansiedad luchan por llevar la batuta. «Me había centrado en la idea de que Ansiedad fuera un personaje importante», explica en las notas de producción Mann. «Es algo que empieza a aparecer con fuerza cuando nos convertimos en adolescentes, así que todos podemos identificarnos con esa emoción. Recuerdo que desde el principio investigué profundamente lo que sucede en nuestros cerebros a esa edad y eso desencadenó la idea de una bola de demolición que atraviesa la sede: un grupo de trabajadores amontonando y derribándolo todo. Es como reformar una casa. Es lo que siente un adolescente en esa etapa de su vida. Es puro caos», cuenta el director.

Pixar vuelve a construir una historia para todos los públicos -quizá los más pequeños se pierdan un poco-, deliciosa y muy divertida, esta vez acerca de los cambios que dicta la pubertad, derrochando nuevamente su brillante ingenio para plasmar en imágenes todo tipo de conceptos en la cabeza de Riley. Ahí está la lluvia de ideas, la hiperactividad de Ansiedad, adicta a las bebidas energéticas; el carácter pasota de Ennui (Aburrimiento) -caracterizado como una suerte de gótico con acento francés, por cierto-, el monte Crushmoore, donde la protagonista guarda a sus flechazos esculpidos en piedra, o el hallazgo del sarcasmo.

Es inevitable que 'Del revés 2 (Inside Out 2)' carezca del efecto sorpresa de la primera entrega, pero Meg LeFauve, responsable del guion y coguionista de la cinta original, logra presentar un puñado de situaciones interesantes donde la comedia brilla y con las que jóvenes y mayores pueden identificarse fácilmente. A todo ello hay que sumar un espectáculo visual preciso y lleno de colorido, que regala alguno de sus mejores momentos cuando las chicas se deslizan sobre la pista de hielo o en el ese lago de recuerdos que forjan la personalidad de Riley.

Con las excelentes cifras de recaudación obtenidas hasta el momento -en EE UU la película se ha convertido en el segundo mejor estreno de animación de la historia, solo por detrás de 'Los increíbles 2', y en el resto de mercados, en la primera, por encima de 'Frozen II'-, Pixar está llamada recuperar su trono como rey de la animación, después de una difícil travesía por el desierto que comenzó con la pandemia y la decisión de Disney de estrenar las películas del estudio directamente en la plataforma de vídeo bajo demanda. 'Elemental', que en junio del pasado año comenzó su andadura en taquilla de forma lenta y fue tildada por muchos como un fracaso, fue un primer paso, pues para agosto se convirtió en uno de los éxitos del verano, recaudando casi 500 millones de dólares, frente a 200 de presupuesto. Sin duda, 'Del revés 2 (Inside Out 2)' está destinada a hacerse de nuevo con el cetro y, de paso, dar por fin una alegría a una taquilla ávida de 'blockbusters'.

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