Y ahora, DIA

Todas ellas eligieron León por su ubicación ideal como centro geográfico y estratégico de comunicaciones del noroeste ibérico. Una decisión que tomaron al margen y a pesar de la nula promoción llevada a cabo por las administraciones central y autonómica. Hace dos semanas (31 de mayo a 2 de junio), se celebró en Barcelona el Salón Internacional de la Logística, el más importante del sur de Europa. Ni este año ni nunca se ha acercado nadie por allí a vender León como enclave logístico. Ni la Junta de Castilla y León, ni SEPES, ni ADIF, ni ningún otro promotor de infraestructuras han hecho el esfuerzo de exponer a los potenciales inversores las ventajas de ubicarse en León. En el caso de DÍA, ha sido el ayuntamiento quién ha encabezado las gestiones durante los dos últimos años para facilitar la instalación y, según ha declarado el alcalde, forzaron la solución ampliando el terreno existente porque no quedaba suelo urbanizado y calificado suficiente en el actual polígono.

Las empresas que van llegando en realidad lo hacen a pesar de las administraciones cuya primera oferta nunca es León. Para la Junta de Castilla y León la primera opción es siempre Valladolid. Así se desprende del único documento oficial vigente, el Plan CyLog de 2006, reforzado por el «Acuerdo marco para la competitividad e innovación industrial 2014-2020» pactado con patronal y sindicatos, donde se trazaba como eje de desarrollo preferente: la «gran diagonal» Valladolid-Palencia-Burgos y se fijaba la prioridad del área logística central de Valladolid, basada en ser el centro de la comunidad autónoma. Este plan fracasado y obsoleto todavía prevé 455 ha en Valladolid y 23,5 ha en León destinadas a la logística. Su primera plasmación fue el Polígono industrial Canal de Castilla en el que se han invertido más de 50 millones de euros en la primera fase con resultados muy mediocres. Las grandes empresas a las que iba destinado han preferido instalarse en León porque les importa muy poco el Plan CyLog. Pero existen otras muchas, medianas y pequeñas para las que el apoyo de la administración resulta decisivo por razones económicas, tramitaciones ambientales, etc. Esas podrían haber acompañado a las grandes y multiplicar los puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos creados alrededor de León.

Ahora bien, el mayor fiasco de las administraciones ha sido con Amazon a quien, hace cuatro años, ni el anterior Ayuntamiento de León, ni la Junta autonómica fueran capaces de encontrar el suelo que necesitaba (250.000 m2) para instalar aquí su macrocentro logístico. Ahora está a punto de abrirlo en Siero (Asturias) con 2.000 empleos en los momentos punta del año. Ninguno de los responsables ha dado la cara ni la más mínima explicación sobre ese fracaso para León cuya sangría de población es insoportable.

Mucho antes, hace catorce años, algunos tuvimos claro que uno de los ejes de futuro de León pasaba por el nuevo sector de la logística y, en 2010, en los momentos finales del anterior gobierno socialista, apoyamos la creación de la Plataforma Logística Integral de Torneros-Grulleros para ofertar el suelo y los servicios que demandarían esas empresas especializadas. Como es bien conocido, se forzó un convenio entre el Gobierno, la Junta de Castilla y León y los ayuntamientos sobre los que debía instalarse y se encomendó su ejecución al organismo público SEPES que inició los trabajos expropiando la mayor parte de los terrenos necesarios. Sin embargo con la llegada del gobierno Rajoy, SEPES paralizó absolutamente la actuación. Únicamente continuaron las tramitaciones iniciadas del Plan Especial y la Declaración de Impacto ambiental que obviamente no podían suspenderse sin provocar un escándalo político. Para evitar dudas, el Gobierno Rajoy, la Junta, ADIF y el Ayuntamiento de León disolvieron rápidamente, en 2012, la sociedad León Alta Velocidad que era el instrumento preferente para asegurar la ejecución de ese y otros proyectos coordinados en la renovación ferroviaria.

Con la llegada en 2018 del nuevo gobierno socialista, SEPES (dependiente del Ministerio de Fomento) retomó el interés por desarrollar la PLI de Torneros. En 2019 SEPES se reunió con empresas leonesas verdaderamente interesadas y agrupadas en el cluster Leonlog, así como con la multinacional Lidl. Todas ellas dispuestas a ocupar más de 400.000 m2. En consecuencia puso en marcha la redacción del proyecto. Sin embargo, pronto comenzaron a aparecer demoras injustificadas en una tramitación que incumplía los plazos o los alargaba hasta el máximo. En la ralentización de la tramitación durante los últimos tiempos es palpable la total complicidad de la Junta de Castilla y León con una mano negra desde el PSOE de Valladolid que nunca vio con buenos ojos el proyecto de Torneros. Porque mientras tanto, ante el fracaso del polígono Canal de Castilla, en Valladolid se copia groseramente el proyecto de Plataforma logística intermodal de Torneros para que se ejecute al lado de los nuevos talleres de RENFE, por la Sociedad Valladolid Alta Velocidad que nunca se disolvió. De momento esa plataforma en el páramo de San Isidro, carece de proyecto y tiene pendiente tramitaciones que le hacen ir muy rezagada respecto a Torneros, pero seguro que las administraciones serán mucho más ágiles.

Las malas intenciones políticas se han visto confirmadas por la aparición la semana pasada de un documento del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agencia Urbana (anterior Ministerio de Fomento), redactado por INECO, denominado «Mercancías 30». Ahí se redefine el Corredor Atlántico y se vuelve a la versión del Plan CyLog de la Junta con la «gran diagonal», la exclusión de León, Galicia, Asturias y Cantabria del proyecto ferroviario y, consecuentemente, con Valladolid como el único nodo logístico del noroeste. El documento no tiene valor normativo alguno, pero evidencia total desorientación política y económica. Contradice abiertamente el diseño presentado por el ministro Ábalos en febrero de 2019 y sobre todo el contenido en el Reglamento (UE) 2021/1153 de la Comisión para el Mecanismo Conectar Europa, que obviamente contemplan salidas del corredor a los puertos españoles del Atlántico y del Cantábrico y sitúan a León como nodo logístico principal del noroeste.

Esa patochada de «Mercancías 30» es todavía más absurda si se confirma el anuncio de la Alcaldesa de Gijón sobre la reapertura de la Autopista de la mar Gijón- Nantes este mismo año. El barco de Balearia está prácticamente terminado tras realizar los ajustes necesarios para cumplir con los requisitos de sostenibilidad medioambiental de la Unión Europea. Esta autopista del mar se cerró en 2014 por una cacicada del Gobierno del PP para abrir otra desde Vigo. Su reapertura es mucho más importante para el movimiento de mercancías con Europa desde el noroeste que los proyectos de ferrocarril, porque es más económica, más rápida y más sostenible ambientalmente.

Con la reapertura de la Autopista del mar Gijón-Nantes León reforzará su papel de nodo logístico del noroeste, digan lo que digan en Valladolid y algún majadero en los ministerios. Para ello es imprescindible que los responsables de facilitarlo, la Junta de Castilla y León, y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agencia Urbana, a través de SEPES y ADIF, hagan lo que tienen que hacer en lugar de seguir en la indolencia, en la obstrucción o estorbando.