Vilano

Pablo Díaz. 24 años. Violinista con oído absoluto. Ganador de 1.828.000 euros en el rosco de 'Pasapalabra'. Simpático sin ser empalagoso, modesto aun sabiendo lo que sabe, hasta el nombre de la flor del cardo. Vilano, por cierto. Y dice algún taco que ... otro. Menos mal: una grieta en la perfección le humaniza. La madre de mi amiga Ana ha seguido su concurso desde el primer día. «¡Ay, que gane ya, pobretico mío!». Seguramente habrá rezado para que se llevara el bote, como si fuera un nieto suyo que se examina de Macroeconomía Superior en última convocatoria. Porque Pablo es hijo, yerno y nieto de medio país: la Santísima Trinidad del chico ideal. Tan inteligente, tan majete. Lo que nos gustaría que fueran nuestros niños cuando crecen, cuando ves que aquel pie que te cabía en una mano se ha convertido en un cuarenta y cuatro con jardineras, cuando compruebas que aquel pequeño pecho palpitante, como de paloma temblona, ahora está cubierto por un pelo hirsuto.