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Tras doce años de espera desde que se firmó el convenio, SEPES presentó el lunes los proyectos de urbanización, expropiación y reparcelación de la Plataforma Logística Intermodal de Torneros-Grulleros. Y se registraron en los ayuntamientos de Vega de Infanzones y Onzonilla para sus últimos ... trámites administrativos. Es el momento de hacer un poco de historia.
Hace quince años, algunos tuvimos claro que uno de los ejes de futuro de León pasaba por el nuevo sector de la logística. Por eso en 2010, en los momentos finales del anterior gobierno socialista, apoyamos la creación de la Plataforma Logística Integral de Torneros-Grulleros para ofertar a esas empresas especializadas el suelo y los servicios que demandarían. Sin embargo con la llegada del gobierno Rajoy, se paralizó absolutamente la actuación. Tan solo continuaron (a cámara lenta) las tramitaciones iniciadas del Plan Especial y la Declaración de Impacto ambiental que obviamente no podían suspenderse sin provocar un escándalo político. Para mayor claridad de intenciones, el Gobierno Rajoy (Ana Pastor), la Junta de Castilla y León (Antonio Silván), ADIF y el Ayuntamiento de León (Emilio Gutiérrez) disolvieron rápidamente (en el mismo 2012) la sociedad «León Alta Velocidad», que era el instrumento preferente para asegurar la ejecución de ese y otros proyectos coordinados en la renovación ferroviaria. La sociedad homóloga de Valladolid siguió funcionando; durante estos años ha llevado a cabo el traslado de los talleres de Renfe y ahora está redactando el proyecto para una plataforma logística clonada de la de Torneros.
La Junta de Castilla y León, uno de los firmantes del convenio de 2010, se especializó durante estos doce años en esgrimir todo tipo de argumentos para sabotear y no apoyar el desarrollo de la plataforma logística: desde que el futuro de León pasaba por el turismo hasta la antológica coartada enunciada por dos consejeros leoneses de que la reindustrialización de León debía llegar desde Valladolid «por capilaridad». Lo cierto es que se quería obstruir por todos los medios el proyecto para León porque contradecía abiertamente el Plan CyLog de 2006, más tarde reforzado por el «Acuerdo marco para la competitividad e innovación industrial 2014-2020», que la Junta pactó con patronal y sindicatos. En ambos documentos se trazaba como eje de desarrollo preferente la «gran diagonal» Valladolid-Palencia-Burgos y se fijaba la prioridad del área logística central de Valladolid, basada en ser el centro de la comunidad autónoma. Para los demás, quedaba «la capilaridad».
La oposición de la Junta al desarrollo de la plataforma logística de Torneros contó con la pasividad de parte de la sociedad leonesa frecuentemente supeditada a los designios del gobierno autonómico. No solo el ayuntamiento de la capital sino variadas organizaciones sociales se pusieron de perfil o apoyaban con la boca pequeña para no enfrentarse al poder autonómico. Por citar un solo ejemplo, el 10 de febrero de 2015, junto con José Antonio Díez, explicamos a una importante organización de la sociedad civil leonesa las características e implicaciones del proyecto. Al final de la reunión, el presidente de le entidad declaró que tenía «alguna duda» y que estudiarían si apoyaban Torneros en «una semanita». ¡Hasta hoy! Han pasado más de siete años y seguimos esperando.
Sin embargo, desde 2010 han sucedido muchas más cosas. En primer lugar la Unión Europea aprobó los Reglamentos 1315/2013 y 1316/2013, de 11 de diciembre, para el desarrollo de la Red Transeuropea de Transporte en el que se fijaban los corredores europeos de la red básica y los nodos logísticos de los mismos. Allí ya aparecía León con plataforma logística intermodal y ese reconocimiento era inamovible aunque su ejecución fuera demorable durante años como se pudo comprobar.
A los que seguíamos insistiendo en la necesidad y la urgencia de Torneros como palanca para la reindustrialización de León, desde la Junta nos ninguneaban mientras sembraban todas las dudas posibles sobre su viabilidad porque, según decían, no estaba demostrada la demanda de ese suelo. Mientras era senador, en respuesta a varias preguntas parlamentarias, el Ministerio de Fomento me comunicó reiteradamente que estaban pendientes de realizar estudios de la posible demanda empresarial. Estudios que nunca encargó porque todo eran meras excusas para mantener aparcado el proyecto.
Entre tanto, a pesar de la parálisis política y administrativa, diferentes e importantes empresas se iban instalando donde podían en el alfoz de León porque reconocían la obviedad de que aquí se localiza el centro logístico del noroeste. De paso y de facto, dejaban en evidencia la falsedad de los argumentos del gobierno Rajoy y de la Junta. Después hemos sabido que, por ejemplo, Amazon —con 2.000 empleos en días punta del año— no pudo instalarse aquí por falta de espacio y se fue a Siero (Asturias). Aún estamos esperando la explicación de los responsables políticos municipales y autonómicos de aquél desastre. Pero además nos tememos que no fue el único. El abundante aparato desinformativo de la Junta de Castilla y León está especializado en crear cortinas de humo y ha hecho todo lo posible para devaluar y sembrar dudas sobre Torneros y así seguirá sin ningún rubor. En cambio no ha tenido el menor interés en investigar cuántas empresas han dejado de ubicarse en León durante los últimos doce años por falta de suelo apropiado y cuántos puestos de trabajo han dejado de crearse por ese motivo.
Con la llegada en 2018 del nuevo gobierno socialista, SEPES retomó el interés por desarrollar la PLI de Torneros. En 2019 ya hubo varias reuniones con empresas leonesas verdaderamente interesadas y agrupadas en el cluster Leonlog, así como con la multinacional Lidl. Todas ellas dispuestas a ocupar más de 400.000 m2, un 40% del total del espacio industrial. En consecuencia se puso en marcha la redacción del proyecto. Además, el 20 de febrero de 2019, el entonces ministro Ábalos, presentó públicamente el Corredor Atlántico detallado que se enviaba a Bruselas. En él se comprendía el nodo logístico de León cuya concreción indiscutible es la Plataforma Logística Intermodal de Torneros-Grulleros.
Sin embargo, en los últimos tiempos también se han sucedido demoras injustificadas en una tramitación que incumplía los plazos o los alargaba hasta el máximo. Además de los efectos colaterales de la pandemia, parecía que alguna mano negra obstaculizaba el despegue de Torneros.
Esperemos que los anuncios del lunes se confirmen y concreten, que los ayuntamientos y la Junta de Castilla y León tramiten y aprueben con la mayor rapidez los magníficos proyectos presentados para que SEPES, tal y como se ha comprometido, pueda licitar cuanto antes las obras de urbanización y la venta de parcelas.
Ya sabemos que hay todo un ambiente político y mediático dedicado a explotar las peores noticias y pronósticos con una clara intencionalidad partidista. Parece que el PP necesita irremediablemente para ganar las elecciones —además del bloqueo institucional y la polarización social— sembrar el desánimo y el derrotismo tras una legislatura sembrada de dificultades y crisis sobrevenidas. Están deseando que ocurran los peores desastres para tener un argumento electoral. Aprovechan la covid o la inflación, consecuencia de la «guerra de Putin», para exacerbar el miedo y el resentimiento social. Para estos agentes de la desesperanza, las buenas noticias como el despegue de la PLI de Torneros-Grulleros no deberían existir (o conviene desvirtuarlas) y en eso están. Afortunadamente sabemos por experiencia que los pesimistas y agoreros también se equivocan.
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