El pasado 22 de diciembre, tras pensarlo un momento, fui consciente de que me ha tocado la lotería, y no solo esta Navidad sino todas las de mi vida, al menos de aquellas de las que tengo algún recuerdo.
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Cuando comprobaba que, como todos los ... años, apenas tenía un mísero reintegro- y encima en un décimo compartido- en un instante, como un click, me di perfecta cuenta de que, desde que tengo uso de razón, me lleva tocando la lotería cada día. Si, pero la lotería de verdad, la auténtica, la que no se vincula al dinero sino a la vida que tenemos, a la forma en la que cada uno de nosotros la vivimos y a cómo nos sentimos ante las pequeñas cosas y las no tan pequeñas.
A estas alturas, al echar la vista atrás, veo unos padres maravillosos que han impregnado lo que soy, a un compañero de vida al que no cambio por nada ni por nadie y a tres hijos a los que adoro y a los que he visto convertirse en gente de bien que es lo que siempre he querido y, en el fondo, lo único que me importa. Veo también a los amigos del alma, a los que he mantenido desde la infancia y a los que he ido incorporando a mis vivencias, que están ahi, y lo están siempre, facilitándome el diario y haciéndome sentir querida y valorada, pendientes de mí, de lo que me pasa, como cuando me llaman solo para saber cómo estoy en esos días de diciembre en los que las ausencias se hacen más presentes- gracias, Gemina- en esas fechas, necesariamente duras, que me hacen valorar mucho más el resto de los días. Sabéis que no escatimo la reciprocidad en quereros, y que también yo procuro estar siempre.
Y encima, por si todo eso fuera poco, la vida me ha regalado un trabajo que me encanta y del que disfruto hasta la extenuación, con un Maestro que me resulta inspirador, rodeada de discípulos y alumnos que me dan la capacidad de seguir ilusionándome cada mañana y luchar por un mundo más justo y mejor para todos lo que, mas que una utopía, es el punto de encuentro en el que algunos preferimos afincarnos, alimentando las ganas de dar lo mejor de nosotros mismos, lo que somos y lo que tenemos, con tal de alcanzar las esperanzas infinitas y los sueños compartidos.
Así que, si, efectivamente, me lleva tocando la lotería toda la vida y solo deseo que este próximo año 2022, que ya asoma, nos permita seguir sentiéndonos felices y disfrutar de lo mucho bueno que tenemos.
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Espero desde lo más profundo del corazón que también les toque a cada uno de ustedes ese cachito de felicidad que todos nos merecemos y que debemos saber valorar.
Feliz Año Nuevo a todos!!!!
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