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El Gran Wyoming junto a Pedro Sánchez en 'El Intermedio' LaSexta
«Presidente hasta en la sopa»

«Presidente hasta en la sopa»

La estrategia que está planteando Moncloa en estos días de precampaña me está resultando, más que sorprendente, rayando en lo estomagante

Miércoles, 28 de junio 2023, 14:07

A estas alturas, y con unas cuantas campañas electorales a las espaldas hay pocas cosas que puedan sorprenderme. No obstante, he de reconocerles aquí que la estrategia que está planteando Moncloa en estos días de precampaña me está resultando, más que sorprendente, rayando en lo ... estomagante.

Y lo digo porque, aunque no soy muy aficionada a la televisión- y no por principios sino por falta de tiempo que me impide, más allá del telediario, practicarla mucho- si he visto que nuestro flamante Jefe del Ejecutivo durante los últimos días se ha propuesto mendigar cariño por unos cuantos platós televisivos.

Acude ahora a la pequeña pantalla con el disfraz de cordero degollado (otra forma de decir víctima), haciéndose el majo (que dirían mis hijos) para demostrar al común de los mortales- es decir, cualquiera de nosotros- lo equivocados que estamos por no valorar su «magnífica gestión» a cargo de este País que, si Dios quiere, culminará de una vez, y esperemos que para siempre, el próximo 23 de julio.

Y no contento con ello, adereza nuestro diario con entrevistas en periódicos afines (a él), como la del pasado domingo 18 en El país, que este mismo periódico acompaña con otra de nuestro paisano Zapatero el día 24, y en la que, y cito textual, se lee el titular «el expresidente espolea al PSOE tras la derrota del 28-M y se conjura contra el antisanchismo externo e interno». Madre mía, que mal deben verlo, y ello pese al endémico optimismo de Tezanos… eso que nunca falte.

Y por si eso fuera poco, nos están bombardeando con entrevistas de todo tipo y color en varios programas de radio lo que, les reconozco, me resulta bastante fastidioso porque le tengo mas afición que a la televisión.

En definitiva, que algún gurú de Moncloa, de esos sesudos que diseñan campañas y estrategias, se ha empeñado en «deleitarnos» con esta gira mediática sin precedentes con la que se pretende, estoy segura, atontar a los españoles.

El problema que le veo a prodigarse tanto ahora es que, salvando aquellas homilías infames que nos hacía soportar durante la pandemia- recuerden que estábamos cautivos en casa y no librábamos-, a nadie se le escapa la poca afición que le ha tenido a lo largo de toda la legislatura el Presidente Sánchez a la cosa mediática, o al menos a la cosa mediática no afín (alias derecha mediática, en sus propias palabras), sin que esta carencia se pueda compensar de esta forma atropellada y en los últimos estertores de su mandato como respuesta a las malísimas encuestas (salvo, la de Tezanos, claro) que, para desgracia nuestra, han desatado esta cargante estrategia preelectoral que podría bautizarse como «Presidente hasta en la sopa» .

Tengo la sensación de que es el último sacrificio que nos quiere imponer a los españoles alguien que tiene un altísimo concepto de sí mismo que quiere garantizarse, como ha dicho muchas veces, quedar afincado en el ideario colectivo.

Y tampoco es que la imagen que esté dando le favorezca mucho porque, más allá de una cercanía impostada que se arropa con gestos que parecen ensayados ante el espejo, y ese tratar de pasar por una persona normal y corriente (no conozco a ninguna que viaje tanto en Falcón, no se ustedes) hablando de sudores y hasta de calzoncillos…, en cada una de las entrevistas afloran los asuntos que, por mucho capotazo que quiera darles, van a condicionar la inminente campaña de las generales; entre ellos, el fiasco de la «Ley del sí es sí», el fracaso en las elecciones municipales y autonómicas –completamente suyo y que se ha llevado por delante a no pocos Alcaldes y Presidentes autonómicos- las componendas con los separatistas catalanes, o los acuerdos infames a los que ha llegado con Bildu a lo largo de toda la legislatura que les han hecho estar tan crecidos como para presentar a unos cuantos etarras como candidatos en las últimas listas municipales.

No debe perderse de vista que la continuidad de este señor en el poder, como claramente pretende, no lo será solo a costa de pactar con la «dulce» Yolanda de Sumar- o mejor Restar para Podemos- sino que pagará cualquier coste por duro que resulte a los españoles, entre lo que estará, si le dejamos, volver a contar con la morralla proetarra y hasta con el sursum corda… Ya hemos comprobado en esta legislatura que se acaba por fin, hasta donde es capaz de llevar las cosas con tal de «agarrapatarse» al poder.

Y si piensan que exagero busquen por las redes la empalagosa entrevista de Wyoming al Presidente en la que, entre pasteleo y pasteleo, se cuela un monólogo del Sr. Sánchez acerca de la necesidad imperiosa de contar con Bildu al que me temo que, si se le diera la oportunidad, - esperemos que no sea el caso- le ofrecería gustosamente un sillón, o dos, o tres, en el Consejo de Ministros. Que ya lo dijo él mismo textualmente «lo importante no es con quién se hace sino para qué se hace»… En fin, blanco y en vasija.

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