«Cuanto antes mejor»

El colofón de esta época oscura de Sánchez va a ser un «examen sorpresa» de esos que, cuando éramos niños, el típico profesor acomplejado e inconsistente ponía para «pillar» y de paso para sentirse él un poco mas listo, un poco mejor y por encima de sus alumnos. Mediocridad en estado puro con su dosis de mala leche. Vida misma. Así que nada, a ejercer el 115 de la Constitución a contrapelo, a ver si así saca algo de beneficio, aunque fastidie a toda España (propios y ajenos).

Pues sepa usted, señor Sánchez que eso no va a pasar. No nos va a «pillar» porque llevamos tanto tiempo con las ganas de descabalgarle de ese poder omnímodo y despótico que ha venido ejerciendo en nuestro Estado de Derecho- al que, por cierto, tanto ha dañado –que, al menos la que suscribe, piensa renunciar al descanso vacacional bien merecido con tal de ir a depositar una papeleta en la urna que acabe con este suplicio. Y como yo, y en contra de lo que pretende, lo va a hacer España entera, a la que usted se ha empeñado en fastidiar el veraneo y que, no solo por ello, le va a regalar su salida de la Moncloa (con colchón y todo). Vaya mirando un apartamento que este año lo de La Mareta y Doñana no se le va a arreglar (solo faltaba).

Me ha dado por pensar que esto de convocar elecciones la tercera semana de julio- que ha habido dos elecciones generales en verano, pero nunca más tarde de finales de junio- es un acto de rencor por lo malparado que ha salido de estos comicios autonómicos y locales, y que por esta razón ha decidido castigarnos a todos.

Por mucho que lo de convocar elecciones sea una exclusiva prerrogativa presidencial, que no lo pongo en duda, no sé qué cábalas ha hecho para convocar precisamente en esa fecha.

Igual piensa que los cuarenta y muchos grados de temperatura de finales de julio nos van a hacer preferir la playita (ni lo sueñe), o que fomentará una abstención que, por si no lo ha pensado, prolifera mucho más entre aquellos que no sienten la necesidad vital de cambio. Y he dicho VITAL… Los que tenemos tantas ganas de perderle de vista no vamos a desaprovechar esta oportunidad, se lo garantizo.

Quizá con este sofocón lo único que pretende es hurtar a los suyos el derecho al pataleo, y la posibilidad de recriminarle su actuación en la campaña (y en toda la legislatura) con la que les ha llevado, y no es una metáfora, por el camino de la amargura. Una campaña en la que su desmedido ego le ha impedido atisbar siquiera el daño que les hacía su presencia, que ha contribuido de forma incontestable a llevarse por delante a la práctica mayoría de los Presidentes autonómicos de su partido; ¿o es que, como los primeros Faraones egipcios, sabiendo su final tan cerca, tenía decidido hacerse acompañar de todos ellos? Sin duda, y como alguna vez le he oído decir a usted, ha conseguido lo que pretendía y pasará a los anales.

En todo caso, y como la avería ya está hecha, vamos a ser pragmáticos y como bien ha dicho Alberto Núñez Feijóo, CUANTO ANTES MEJOR.

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