SIPAM «Montañas de León»

Por ello estuve más que tentada, lo confieso, de hablarles de ello; no obstante, la reiteración hasta la saciedad de este tema que, por desgracia, como tantas otras barbaridades que hemos visto en los últimos tiempos, no podremos parar- al menos de momento-ha hecho que me haya dado una tremenda pereza. Estoy convencida, además, de que nada de lo que razonablemente se pueda decir en contra de la modificación en ciernes de nuestro Código Penal convencerá a los que ya tienen decidido sacarla adelante de que, una vez más, se están equivocando y con ello, haciendo un flaquísimo favor a nuestra democracia.

Así las cosas, y seguramente influenciada por la grata impresión que el domingo me llevé de la ingente cantidad de paisanaje que nos dimos cita en la Feria de la Cecina de Chivo de Vegacervera, localidad que, atestada de gente, dejaba vislumbrar el tremendo potencial de todo tipo que esconde aquella zona, he pensado en hablarles de otra cuestión que me estimula mucho más, porque pienso que interesa de verdad a León y a los leoneses.

Por eso me propongo utilizar esta columna de opinión como altavoz del hecho de que la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) haya otorgado al sistema agrosilvopastoril «Montañas de León» el reconocimiento de Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM).

Por cierto, y si por casualidad no lo han hecho todavía, busquen en Youtube el video de la Diputación de León que anuncia este acontecimiento porque les aseguro que van a sentir el tremendo orgullo de pertenecer a esta tierra. Llevo toda la semana enviándoló a toda España para que nos conozcan un poco más y se animen a venir a visitarnos. Cuando lo vean el cuerpo les va a pedir hacer lo mismo.

Y es que el SIPAM «Montañas de León», con sus diez mil kilómetros cuadrados de extensión que albergan más de la tercera parte del único Parque Nacional habitado de España- los Picos de Europa- junto con los siete espacios catalogados como reservas de la biosfera en nuestra provincia- Picos de Europa, Alto Bernesga, Los Ancares Leoneses, Babia, Los Argüellos, Valle de Laciana y Valles de Omaña y Luna- ha pasado a formar parte de los cinco territorios únicos de nuestro país que han sido elegidos por sus singularidades paisajísticas, agronómicas, culturales y antropológicas y que han convertido a España en el tercer país del mundo- tras China y Japón- de los veintitrés entre los que se reparten los setenta y dos sistemas de patrimonio agrícola mundialmente reconocidos.

Por si tienen curiosidad les diré que compartimos este título con el Valle Salado de Arana en Álava, el cultivo de la uva pasa en La Axarquía malagueña, los olivos milenarios del Territorio Sénia en las provincias de Tarragona, Teruel y Castellón y el sistema de riego histórico de la huerta valenciana.

Y hemos sido merecedores de este reconocimiento no solo por nuestra belleza paisajística- insisto en que vean el video- sino, y mucho más importante, porque la montaña leonesa combina una biodiversidad única, plagada de ecosistemas resilientes y sostenibles desde el punto de vista social, medioambiental y económico, con prácticas agrícolas, ganaderas y forestales seculares y actuales generadoras de medios de vida en las zonas rurales que ayudan a anclar allí a una parte importante de nuestra gente.

El SIPAM «Montañas de León», ahora reconocido mundialmente y del que tan orgullosos hemos de sentirnos los leoneses, se ha convertido en un territorio único en el que conviven y se mezclan en armonía tradición e innovación para configurar lo mejor de nuestra provincia, una provincia que, capitaneada por sus representantes en todas las Instituciones, debe poner todo su empeño en la conservación de este modo de vida basado en el desarrollo sostenible de nuestro ámbito rural como seña de identidad.