Una foto o un comentario en una red social puede impedir conseguir un empleo. Da igual si se trata de una plataforma dedicada a la vida profesional como Linkedin o a la vida en general, como Facebook o Instagram. Quizás lo gracioso de hoy puede ... no resultar tan hilarante a la hora de firmar un contrato. Un 55% de las empresas consultan los perfiles de los candidatos a un puesto de trabajo, según un estudio de Infojobs. Y un 17% ha sido descartado a causa de esos mismos perfiles. El motivo principal se centra en la falta de coherencia entre lo compartido y lo contado en la entrevista.
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Entonces ¿mentimos más en el currículum vitae o en las redes sociales? Diversas investigaciones aseguran que un aspirante de cada ocho falta a la verdad en un proceso de contratación. Es la misma proporción que quienes lo hacen en la web. La impostura pasa de la excepción a la norma. Si la vida o los estudios no son atractivos, se añade un poco de inventiva. El problema surge cuando nos pillan en falso. Quizás baste con ser siempre honestos, no importa dónde o cuándo.
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