Qué razón tenía Benito Requejo

Dicho esto, quería contarles esta semana que el otro día, viendo al Ministro Garzón en el Congreso de los Diputados, cuando estaba en el culmen de la sandez y el sectarismo diciendo sin sonrojo alguno que el turismo es un sector «estacional, precario y de bajo valor añadido», apareció en la comparecencia Benito Requejo, si, si, el Alcalde de Valdemorillo del Moncayo, con la boina bien calada y le espetó: «Tonto, pero que mu tonto (sic. José Mota), que hasta los que somos más de pueblo sabemos desde hace años que el turismo es un gran invento». Cosas de la tele, donde Cine de Barrio se encabalga con las declaraciones del Gobierno...

Voy a aclararles a los más jóvenes, y en particular al Ministro, nacido en 1985, que Benito -personaje interpretado por Paco Martínez Soria en aquella película de 1968- representa a esos paisanos de la hoy mal llamada España vaciada que ya entonces tenían claro lo que el turismo significa para nuestro País.

En fin, recuperada del impacto emocional de que en mi intelecto convivan las enseñanzas de los más sesudos juristas y las de las películas españolas- de la vida, que diría mi padre- empecé a enervarme pensando en la gran cantidad de gente de este País que vive de la hostelería y del turismo como para que un indocumentado como éste, y más en los tiempos que estamos, se permita jugar con sus expectativas de vida y de trabajo, tratándoles con el más absoluto de los desprecios que enmascara su desconocimiento supino de la realidad que dice gobernar.

Y es que es de ser muy «maricomplejines» hablar en ese tono tan despectivo de la hostelería y del turismo que en nuestro País, aunque el Ministro parece no saberlo, supone el 14,6% del PIB, y genera 2,8 millones de empleos, aportando a nuestra economía 176.000 millones de euros, habiendo conseguido un reconocimiento mundial para España que la configura como un auténtico líder del sector…..total, una nimiedad…Bueno, una nimiedad si no fuera porque miles de familias comen de esta actividad que, en estos tiempos, y gracias al «desescalabro», tienen ya suficientes motivos de preocupación como para echarles más leña al fuego por quien debería, en su condición de responsable político, además de darles ánimos, ofrecerles soluciones a lo que se nos avecina.

Y lejos de ello, como no es capaz de atisbar remedios a sus males, y con una falta de empatía que da pavor, opta por menospreciar al sector, se queda tan oreado- que total, cobra lo mismo- y de paso se pone la venda antes de la herida, dando explicaciones con matices económicos- que como es economista se presume listo- que desdibujan cualquier tipo de responsabilidad y que sirven para echar balones fuera en una recuperación económica que pinta difícil.

Qué culpa va a tener Garzón de lo que su ideario teórico llama «debilidad estructural» de nuestro sistema productivo, que si por él fuera nos pone a todos a fabricar aeronaves espaciales de tecnología punta y convierte a la Cabrera en Silicon Valley.

A ver Ministro… cuando uno se compromete a gestionar lo público, en el juramento- o promesa en su caso- del cargo se sobreentiende que se conoce lo que se gestiona y que se es capaz de entender y atender las sensibilidades de a quienes se gobierna, y que conste que aquí no solo está afectado un sector económico, sino todo un País cuya forma de vida y costumbres parecen empeñados en aniquilar.

Y lo digo porque mientras el resto de los países europeos están diseñando ayudas e incentivos al sector turístico, que es lo lógico, España propone la cuarentena de todos aquellos que quieren visitar nuestro País, y ello por no hablar del lio que han montado con las medidas, los locales, los aforos, las reservas….que les están volviendo locos (y gracias a que aquí no hay rebajas).

Tampoco ayuda mucho que su compañera ideológica, la Sra. Díaz, apunte amablemente, con esa sonrisa suya sempiterna, que la reactivación del sector no llegará hasta finales de año…

Ante esta sarta de despropósitos y desde una provincia como León, donde la hostelería y el turismo son esenciales, yo les pregunto ¿Ustedes, como Gobierno, qué van a hacer?, ¿cómo van a garantizar la supervivencia de este sector del que comen tantos españoles?. Lamentablemente, todo apunta a que no podamos ser muy optimistas.