Leí ayer la entrevista de Luis Gómez a Juan Carlos Ortega. Dice el humorista que su éxito es de segunda división. Bueno, el éxito y el fracaso son dos impostores (Kipling). Pero Ortega es tan de segunda división como Thelma Ritter, Rafaela Aparicio o Elsa Lanchester.
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Una frase de la entrevista se quedaba cortada en la web: «Cristo es rarísimo». Oye, pues sí, pensé en la primera mirada. Luego vi que la frase era «Todo Cristo es rarísimo». Pues también. ¿Saben que Ortega hizo una FP de relojería? Desde la Ser se ríe de cosas que se supone son las que jalea la Ser. Y entonces le aplauden unos y otros le llaman facha. Le da rabia que la gente crea que «si estás en contra de algo estás a favor de su opuesto».
Casi todo Cristo es idiota. Su humor es tan original como el de Chiquito. Pero con más trabajo (esas voces que son él solo). Es fan de la ley y el orden. Sólo alguien de orden puede retratar la vida y que lo más común acabe en el absurdo.
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