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No hay un manual de qué hacer si a alguien de tu círculo cercano lo acusan de algo terrible. Después del shock inicial, ¿se apoya a tu pareja, hijo, hermano, amigo… haya hecho lo que haya hecho? Cuando uno se ve de un día para ... otro en un drama así, aterrorizado por lo que va sabiendo acerca de la persona que tanto quiere, ¿qué hace, qué dice, qué piensa? Ahí está la presunción de inocencia, cómo no, pero pongamos un caso muy actual: ¿acaso Joana, la mujer del futbolista acusado de una violación, no se ha empapado de todo cuanto se va sabiendo sobre la fatídica noche de autos? ¿No duda ella, no ve que puede que haya más de lo que creía?
Pese a lo que ya se sabe, Joana lo defiende («yo sé bien cómo es Dani»), su exmujer lo defiende («nos conocemos desde hace 22 años, Dani no haría nada de eso»), su familia lo defiende, a Xavi Hernández «le sabe mal» que Alves se vea en una situación así y demasiados descerebrados muestran en las redes su «apoyo incondicional» al deportista brasileño.
Por mucho que le queramos, que creamos conocerle, ¿qué coño podemos saber nadie de qué es capaz otro cuando no estamos delante? ¿Qué explicación puede haber a que una persona «normal» mate, viole, trinque o acose a una persona hasta aniquilarla? ¿Quién tiene la herramienta para detectar todas las mentiras que se cuentan, que contamos? ¿Acaso es posible saber -sin ningún género de dudas- cómo de engañados estamos sobre todos los 'yos' de pareja, familiares, amigos, conocidos…? Y si tenemos la certeza de que ha sido como señalan las pruebas, ¿apoyamos, huimos, callamos?
Empecé a tener miedo al volver a casa por las noches cuando se supo en León de la existencia de un agresor al que llamaban el violador del chándal por el atuendo con que atacaba salvajemente a mujeres. Al tipo lo detuvieron. Fue condenado a 106 años de cárcel por agresiones en León y Asturias. Inexplicablemente, tras unos cursos de readaptación (!), lo dejaron libre tras 12 años preso. Mientras estaba en Villahierro, la cárcel de Mansilla de las Mulas, se ennovió con una trabajadora que se casó con él, que tuvo dos hijos con él. Empezaron una nueva vida en Galicia.
Qué mecanismo de ceguera hará posible que haya gente capaz de enamorarse de gente violenta a pesar de saber que son violadores, agresores, animales. Porque, en casos tan tremendos como éste, ¿qué te cuenta el tío para que aunque sepas que se ha ensañado con un puñado de chicas, que las ha violado y agredido como una bestia, aun así seas capaz de quererlo, de vivir con él, de tener hijos con un violador?
El depredador aquel, zamorano, volvió a las andadas. Combinaba su vida familiar con ataques a mujeres por las noches. Lo pillaron, volvió a la cárcel, volvieron a condenarlo a 73 años.
¿Qué piensas tú de poner la mano en el fuego por alguien? ¿Existe una confianza ciega que nos haga apoyar a los nuestros incondicionalmente? ¿Somos peores si la duda sobrevuela cualquier lealtad posible? Cuando era una de las grandes voces radiofónicas, Luis del Olmo hizo uso de su inmenso poder mediático para dar la cara por algunas amistades peligrosas. A micrófono abierto, puso la mano en el fuego en férrea defensa de la honorabilidad del constructor Martínez Núñez. Después, la otra mano en el fuego para abanderar la inocencia del exalcalde de Ponferrada Ismael Álvarez, acusado de acoso sexual. Del Olmo se achicharró ambas manos, y así fue como al locutor berciano empezaron a apodarlo 'El manco'.
No abunda gente con las agallas y la lealtad tan afiladas como para partirse la cara por los «amigos». ¿Tienes muchos así? ¿Pondrías la mano en el fuego por los tuyos? Del Olmo no aprendió: muchos años después, otro amigo, el que se encargaba de gestionar sus cuentas, le birló un buen puñado de millones de euros. Así que manco… y cojeando, pero ¿buen amigo de sus amigos?
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