El Johc de la vergüenza

La delegación leonesa responsable de organizar el Johc (Encuentro Nacional de Jóvenes de hermandades y cofradías), lleva presentando candidatura durante dos años consecutivos para que León sea la sede de dicho encuentro. Finalmente, nuestra propuesta fue la ganadora el pasado año en el Johc de Lorca, el cual dejó el listón muy alto, dando ejemplo de lo que es la buena organización y el saber hacer bien las cosas.

Lo que parecía una alegría para el mundo cofrade de nuestra ciudad, con el tiempo se ha convertido en una enorme desilusión, pues lo que podría ser un gran evento que reuniera a jóvenes de toda España para mostrarles la grandeza de nuestra Semana Santa, se va a convertir en un enorme ridículo muy lejos de lo que es nuestra ciudad y su Semana Santa.

Muchos tenían en mente lo exitoso y bonito que podría haber sido el encuentro, mostrando la esencia de nuestra «Semana grande» con una procesión extraordinaria o al menos, algo parecido, tal y como sucedió en Ceuta, Lorca y otras ciudades que no dejaron indiferente a nadie con su buena organización y magnitud del evento. Sin embargo, una vez más, la falta de organización desde el seno de la junta organizadora del Johc León 2024, la falta de colaboración de las instituciones, el no saber hacer las cosas y la tozudez van a dejar en ridículo a nuestra ciudad; organizando todos los actos del sábado, día grande del encuentro, en un colegio, así como una supuesta cena de gala organizada en el mismo pabellón de este colegio. No parece lógico habida cuenta de que León dispone de infinidad de sitios más que dignos para organizar todos estos eventos, empezando por el «Museo Diocesano y de la Semana Santa», el cual y para ninguna sorpresa de nadie, ya estaba ocupado por otro evento completamente ajeno a la Semana Santa.

Volviendo a recordar el éxito de los anteriores Johc, en los que se organizó, con gran éxito, una comida de tapeo por los bares de la ciudad, aportando un ambiente especial en la sede seleccionada y contribuyendo a la economía hostelera. Todos estábamos convencidos de que así sería también en León, ciudad más que conocida internacionalmente por sus bares y tapas, pero una vez más se hará el ridículo repartiendo comida de catering en el colegio donde se realizarán los «eventos» del sábado. De esta manera, parece que los jóvenes que vienen a conocer la ciudad, más bien vienen a conocer el colegio Maristas.

Para terminar con la joya de la corona de este evento, la procesión extraordinaria que se realizará el sábado por tarde, en la que procesionará el paso del San Juan de la cofradía de Angustias y Soledad, acto en el que, siempre guardando la dignidad de todas las imágenes y pasos de la Semana Santa leonesa, muchos de ustedes estarán de acuerdo que existe en nuestra ciudad infinidad de patrimonio imaginero para mostrar y poder «presumir» del mismo, que por algo nuestra Semana Santa está declarada de interés turístico internacional, más allá que el paso mencionado, siempre respetando como he dicho, su dignidad.

Aun así, realizará su grandiosa salida por la puerta mecánica del colegio por la que muchos niños entran a clase todos los días, como si León careciera del rico patrimonio eclesiástico desde donde poder realizar la salida de la procesión, haciendo la misma desde la Catedral o cualquier otra iglesia más digna que el patio de un colegio, tal y como se hizo, por ejemplo, en Ceuta o Valladolid.

Se podría seguir poniendo ejemplos de la vergüenza que va a suponer este evento para la Semana Santa leonesa y por supuesto para la ciudad, pues hay que recordar que vendrán miles de personas de todas partes de España que probablemente no hayan visitado León anteriormente y esta es la imagen que se van a llevar de la ciudad: un colegio y un pabellón.

Sin olvidar la falta de colaboración por parte de estas instituciones, parece mentira que el Ayuntamiento, el Obispado de la diócesis, la Junta Mayor de Semana Santa y el resto de instituciones de la ciudad no actúen contra este lamentable evento que dejará en lo más bajo la imagen de nuestra ciudad y de nuestra «semana grande».

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