Secciones
Servicios
Destacamos
A veces sucede que dos noticias, sin tener en apariencia ninguna relación entre sí, se comprenden mejor juntas, o al menos en conjunto son capaces de explicar algo acerca de la sociedad que las ha producido. Es el caso de dos titulares que han aparecido ... recientemente: por un lado, la Fiscalía ha pedido un año y diez meses de prisión y cinco años -¡cinco años!- de inhabilitación profesional para el humorista David Suárez, que ha sido juzgado por un chiste de humor negro; por otro, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha multado con un total de 6,3 millones de euros a 22 de las mayores empresas consultoras que operan en España -les sonarán algunos nombres, como Deloitte o PwC- por constituir cárteles, algo expresamente prohibido por la ley de competencia y por el TFUE. Sin embargo, ninguna de ellas ha sido inhabilitada todavía para suscribir contratos con las administraciones públicas: aunque la CNMC lo ha solicitado, la decisión final le corresponde al Gobierno de España, y más concretamente al Ministerio de Hacienda, que podría hacer caso omiso de la petición de Competencia.
El texto constitucional aún se está levantando después de la doble zancadilla: si estos dos casos se resuelven en la dirección más probable, las patas del artículo 20 y del artículo 38 van a necesitar años de rehabilitación para recuperarse del batacazo. El propio David Suárez, al enterarse de las pretensiones de la Fiscalía, escribió el siguiente tweet: «Recordad que es importante estar en contra de las palabras y no de los actos, porque es más cómodo parecer buena persona que demostrarlo». Ser buena persona, o parecerlo, no debería ser obligatorio; pero cumplir la ley sí lo es. Por ahora.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.