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La hora del liderazgo social

Parece mentira lo que nos ha cambiado la vida en un par de semanas

Teresa Mata Sierra

León

Miércoles, 25 de marzo 2020

El Covid-19 ha sido un aldabonazo a nuestras conciencias, a nuestra forma de vida, una llamada de atención a lo que nos estábamos convirtiendo: personas egocéntricas que pensábamos que el mundo giraba a nuestro alrededor, y que habíamos perdido la sensibilidad ante ... los problemas ajenos, ante el dolor de los otros.

Empezamos a tomar conciencia de que el todo se compone de cada individuo, de todos y cada uno, y de que lo más importante ahora es dejar de mirarse el ombligo y mirar a nuestros familiares, a nuestros compañeros de trabajo, a nuestros vecinos, a nuestros amigos, a todo aquél que se relaciona con nosotros aunque sea a través de las redes sociales, que parece el único hilo que ahora nos conecta con el exterior si estamos siendo responsables.

He de confesar que algún video que he visto esta semana me ha hecho llorar, en particular, cuando veo que seguimos priorizando adecuadamente lo importante y ocupándonos de nuestros mayores, que son quienes más nos necesitan, sobre todo si viven solos. Me ha emocionado la solidaridad de nuestros jóvenes brindándose a hacerles la compra, a llevarles medicamentos, a prepararles la comida…parece que se nos ha activado una parte del cerebro que teníamos aletargada. Por fin, los árboles nos dejan ver el bosque: la importancia de la responsabilidad y de la solidaridad de cada uno de nosotros, del primero al último.

Y es que, para superar esta crisis, lo mejor que tenemos es la propia sociedad que ha de asumir el papel preponderante, que debe aceptar el liderazgo sin esperar a que sean otros los que nos marquen las pautas, los que nos digan lo que tenemos que hacer, cómo pensar o qué sentir.

Es la sociedad española la que cada tarde, con un aplauso simbólico, quiere reconocer la extraordinaria profesionalidad de nuestros sanitarios (médicos, enfermeros, auxiliares, personal de residencias de mayores, farmacéuticos, veterinarios…..), de las personas que cada día asumen la labor de limpieza (de hospitales, de edificios públicos, del transporte público…), de quienes cada mañana recogen la basura y limpian nuestras calles, de los conductores de autobuses o trenes que nos proporcionan la ayuda encomiable a quienes tienen que seguir trabajando y no pueden quedarse en casa, de nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad o nuestras fuerzas armadas, siempre al pie del cañón, caiga lo que caiga, de los camioneros, de las empresas que siguen abasteciéndonos y sus trabajadores, de agricultores y ganaderos que nos proveen de alimentos (tantos de ellos en León), de los empleados de supermercado que se juegan su salud para que cada día tengamos lo indispensable, de los periodistas a pie de calle informándonos de lo que está pasando, de protección civil, de cada persona que sigue trabajando en servicios esenciales, de nuestros autónomos que han cerrado sus negocios para ayudar a no propagar el virus y que seguro que no pueden dormir por la noche, de cada vecino que se ocupa de una persona mayor que lo necesita, insuflándole aliento y estando pendiente, de tantos otros…..

Hasta el último de ellos se convierte en un líder social, en un héroe cuya labor se alimenta también de la responsabilidad y solidaridad que tú, yo y el resto demostremos, siendo ejemplarizantes en nuestros entornos y haciendo lo que debemos hacer, porque encerrados somos igual de libres pero socialmente disciplinados y responsables. Con ello nos sumamos en pequeña medida a la larga lista de héroes anónimos que está dejando esta pandemia.

Es el momento de dar la talla como sociedad, de demostrar la calidad humana que tenemos y que se evidencia cada día al enfrentarnos con un problema de gravedad inusitada, inédito hasta la fecha, pero que debemos saber gestionar sorteando el miedo y la incertidumbre y agarrándonos fuerte a la credibilidad que tienen todos los héroes que he mencionado y que están empeñados en demostrarnos que de esto se sale, y que la vida, nuestra vida, tras este parón seguirá.

Esta crisis la superaremos todos juntos y sus consecuencias que, por desgracia, las tendrá en todos los órdenes, también las afrontaremos entre todos. Cuando finalice será el momento de hacer balance, de ver lo que ha hecho cada uno -y lo que no ha hecho- de pedir las responsabilidades de quienes han priorizado sus intereses al bien general, de ver quienes han desdibujado su imprescindible liderazgo, de quienes han perdido toda credibilidad y autoridad por estar ausentes, cuando hasta hace una semana estábamos hartos de verles en todas las fotos…..será el momento de tantas cosas…..

Eso llegará, no lo dudéis y, mientras tanto, si somos capaces a tenor individual de hacer las cosas bien, estoy segura de que saldremos reforzados, como sociedad y como humanidad, y habremos aprendido una lección de vida que nos hará mucho mejores.

PD. Mi admiración absoluta a todos los héroes, y mi cariño y solidaridad a los enfermos y sus familiares que se han llevado la peor parte de esta crisis.

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