Halloween perpetuo

Y digo yo que este miedo que se apodera de mucha gente en esta noche, casi se puede extrapolar a la situación actual tanto política como social, y que, además, parece que se va a extender en el tiempo. Así, de repente, nos llega la noticia de que el Gobierno excluye a León del apoyo a la España vaciada y, con criterios extraños, extiende solo las rebajas en cotizaciones a empresas de Soria, Teruel y Cuenca. Se ignora así por parte de este «fenomenal Gobierno» la realidad de la Región Leonesa.

Miedo dan las partidas presupuestarias que la Junta de Castilla y León ha aprobado para cuestiones tan importantes como industria, sanidad y educación. Así, las cantidades que se van a dedicar tanto al Parque Tecnológico de León como al Polígono Industrial de Cubillos del Sil son insignificantes. Como insignificante y tremendamente defraudante es lo presupuestado para la reforma del Centro de Salud de Cistierna, cuyo deterioro es ya alarmante. Y lo mismo sucede, por ejemplo, con el presupuesto aprobado para infraestructuras tan importantes como son nuestras destrozadas carreteras.

Miedo da, e incluso rabia, lo que estamos sufriendo con la situación actual de la banca, de manera que la inflación les lleva a repercutirnos unos tipos de interés más altos y unos márgenes de intermediación cada vez más y más altos. Un miedo que se traslada también a los mercados de valores, que llevan un ritmo tan irregular como preocupante.

Miedo da, y mucho, que las eléctricas nos apliquen tasas por gastar más luz, mientras nos cambian el horario para que se nos haga de noche antes, o el tasazo del gas que nos han incluido en las facturas desde mayo. Vamos, que al perro flaco todo son pulgas.

Mucho miedo dan las noticias que vemos en la prensa día sí y día también con el Partido Popular pidiendo al Gobierno más dinero para León con tanta indignación, mientras que el PSOE se lo pide a la Junta de Castilla y León con tanta o más indignación. Seguro que en los próximos meses seremos testigos, además, de numerosas visitas de Ministros y Consejeros en plan papa Noel, para seguir con tradiciones muy celebradas, con promesas de sacos llenos de millones que van a dejar aquí en León. Vaya miedo.

Mientras tanto celebramos una fiesta que da miedo, pero eso no es nada comparado con mirar el calendario y ver cómo se acerca la fecha de pagar la hipoteca, la factura de la luz o la del gas, un gas que nos han casi obligado a tener como energía alternativa al carbón, cerrando todas las cuencas mineras para condenarlas a convertirse en un páramo negro, pero no tanto por el carbón como por la pena que da ver cómo se habla de una transición justa a la que se les olvidó añadir el prefijo «in».

En definitiva, mucho miedo y gran tristeza da que entre unos y otros tengamos que apretarnos cada vez más el cinturón, y al final nos va a quedar una cinturita de avispa. Una desgracia…