Hablar por hablar

Hablar por hablar no sólo es el pasatiempo preferido por los jubilados que comentan las obras, los vecinos que sacan la silla plegable al fresco o las pandillas de adolescentes a medio cocer; sino que también es la fuente de entretenimiento preferida por entes en ... apariencia serios, como los gobiernos, los expertos y los columnistas. Y si no me creen, para muestra un botón: comienzo a escribir esta columna, por ejemplo, horas antes de que arranque el partido de liga entre el Valladolid y el Atleti, y es precisamente ese tiempo desinformado, previo al encuentro, el que me permite afirmar que los colchoneros saldrán campeones. No me asusta equivocarme, porque la anticipación me exime de responsabilidad alguna sobre mis propias opiniones. Si se fijan, verán este fenómeno por todas partes: sucede con las porras de Eurovisión, con las encuestas electorales y, por supuesto, con los vaticinios de casi todos los gurús económicos.