Juzgado y Registro Civil de Cistierna. Siro Sanz

Funcionarios. Espejo de nuestra sociedad

En el Registro Civil de Cistierna, encontré una funcionaria que nos miraba a la cara; eficiente; comprensiva; abría vías de solución a los problemas planteados y si esto era poco, avisó a la Secretaria del Juzgado que se trasladó desde su despacho y con lenguaje claro y conciso nos explicó a las mil maravillas los pasos a seguir en el proceloso asunto

Siro Sanz García

Cistierna

Domingo, 6 de noviembre 2022

Aquellos que ya peinamos canas, sentimos zozobras mortales cada vez que tenemos que tratar con un funcionario. En 1833, Mariano José de Larra en un artículo titulado: «Vuelva usted mañana», describía prolijamente los males que aquejaban a la administración pública de su tiempo. En los ... 177 años transcurridos la cosa no parece haber mejorado mucho. Y si no, acudan a los registros de la propiedad provinciales y capitalinos; servicios de extranjería; gerencias municipales de urbanismo, locales y provinciales; hacienda (Santa Inquisición moderna), etc, etc.

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La cara de desinterés de algunos funcionarios cuando con desconocimiento absoluto del lenguaje técnico nos dirigimos a ellos y preguntamos o solicitamos con justas o injustas reclamaciones por la resolución de nuestros problemas legales; cuando intentamos aportar los avales y documentos que nos solicitan; cuando soportamos los prolongados plazos que nos imponen, todo ello nos hace sentir delante del funcionario parapetado detrás de un mostrador, mesa o ventanilla como se sentía Eneas al descender al Orco: «perded toda esperanza los que aquí entráis». Sin embargo algo empieza a cambiar o ya hace tiempo que está cambiando.

La pasada semana tuve que acudir al Registro Civil de Cistierna para solicitar una determinada diligencia en ayuda de una persona con unas circunstancias vitales tremendas: mujer inmigrante, divorciada con medidas cautelares de protección; escasas competencias en la lengua española; madre entregada que da la vida a diario por sus hijas. Al ponerme delante del mostrador tengo que reconocer que esperaba algo de esa sutil violencia cotidiana institucionalizada que sigue utilizando el: «vuelva usted mañana», el no mirarnos a los ojos, displicencia y deje usted de molestar que llega el momento de salir a tomar los eternos cafés mañaneros. Nada de eso ocurrió.

En el Registro Civil de Cistierna, encontré una funcionaria que nos miraba a la cara; eficiente; comprensiva; abría vías de solución a los problemas planteados y si esto era poco, avisó a la Secretaria del Juzgado que se trasladó desde su despacho y con lenguaje claro y conciso nos explicó a las mil maravillas los pasos a seguir en el proceloso asunto. Tanto la funcionaria encargada del Registro Civil como la Secretaria del Juzgado de Cistierna, además de su excelente competencia en el desarrollo de su profesión, lo que demostraron ese día fue una GRAN HUMANIDAD hacia una persona que como tantas otras llaman a las puertas de Europa y nos recuerdan que nosotros también fuimos un país de emigrantes.

Esta persona ha tenido la buena experiencia de ser acogida, llamada por su nombre. La hermosa, humana y cálida acogida profesional de estas dos funcionarias en Cistierna, es una actitud que esconde un profundo poder de transformación social, preparando un futuro en el cual los hijos de los inmigrantes en un país donde ya apenas nacen niños, contribuirán al pago de nuestras pensiones. Esa actitud nos reconcilia con un funcionariado servidor de la res pública; lazo de unión entre el gobierno y el ciudadano; indispensable para mantener el Estado de derecho y nuestra siempre frágil democracia.

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